Tu imperfección es probada

[Volver al índice de obras]

387 días que no regresa esta maldita enfermedad, temiendo cada día con la ansiedad de no saber cuándo volverá a sacudirme y alejarme de esa calma que yo llamo “ser normal por un efímero momento”. Soy Camila, tengo 16 años y puedo decir que  he vivido totalmente acomplejada y con un miedo latente toda mi vida; alumna promedio sin talento o ninguna habilidad por la que deban de sentirse orgullosos de mí o que yo lo deba , más que mi polvorienta biblioteca improvisada y haber leído la mayor cantidad de libros que he podido comprar —Y vaya que son muchos— o las numerosas descargas en PDF en mi portátil, desde obras, poemas, ensayos, cuentos y mis favoritos las novelas; Cuauhtémoc marco mi niñez y mi difícil etapa de pubertad pero con Becca Fitzpatrick o Jamie McGuire selló y consumo mi adolescencia. He leído tanto de protagonistas que poseen un don, una habilidad, que por circunstancias de la vida son suertudos o simplemente nacieron con una “estrella”; y pues yo no soy la excepción solo que no se me designo nada afortunado, solo acarreo esta enfermedad.
Cuando era pequeña me dio varicela y hasta hoy llevo las marcas en mi cuerpo y sobre todo en el rostro, al principio lo toleraba pero al ver el rechazo por parte de los que rodeaban y sentir asco y repudio al verme en el espejo simplemente solo sentía deseos de arrancarme la piel, de poder cubrir esas marcas, de poder ser normal y justo ahí me venía esa incesante idea que afilaba en mi mente —¿Cómo cubrir mis marcas? — entonces rápidamente encendí mi portátil e inserte en el buscador lo que quería encontrar , obtuve distintas ideas , desde eliminarlas con cremas que demoran mucho tiempo y yo solo quería resultados de inmediato y por fin obtuve eso que deseaba , rápidamente anote el nombre del producto corrí a mi recamara a buscar en mis ahorros contaba con dinero suficiente para poder comprarlo solo que tendría que sacrificar la próxima saga que tenía en mente comprar, pero bueno esta era una causa sólida para mí – Es una emergencia –me decía a mí misma tratando de convencerme . Fui a la farmacia más cercana compre el producto de inmediato retorne a casa, estaba muy ansiosa realmente no estaba del completo convencida pero ya estaba ahí delante de mí y en fin era lo que yo deseaba desde el inicio .A mis 14 años ya me maquillaba, no por gusto sino por necesidad o así lo creía, cubría mi rostro capa sobre capa de base hasta conseguir un rostro “perfecto”, era otra al ver mi reflejo. Pero en el fondo no era lo que deseaba  era incomodo repetir esa rutina todos los días me sentía resignada, frustrada y me ahogaba. Pero a pesar de aquello igual sufría de burlas y ahora porque al maquillarme, ellos creían que era una” chica fácil” o “una chica tonta y hueca”, y en el fondo no estaban tan equivocados yo también me sentía “vacía”. Día a día entraba en un dilema sobre si debía o no cubrir mi rostro.
Cierto día llego mi papa a la casa muy afligido y hasta podría decir a punto de llorar si es que ya no lo había hecho, mi abuelito había fallecido ya no estaba conmigo esa noticia me destrozo él era un ser muy especial para mi significaba tanto para mí, que saber que ya nunca volverá  a reírse conmigo que nunca ya podremos volver a comer juntos me lastimaban a cada segundo a cada momento en que trataba de respirar se había ido mi mundo con él.
Esta tragedia marco y marcara el resto de mi vida. No solo entre en depresión sino con un dolor continuo. Un día cualquiera al despertarme tenía una sensación extraña en el rostro entonces  me levanto y me veo en el espejo, la imagen reflejada no era yo era como una distorsión digital de mi rostro tenía todo el rostro desfigurado y lo peor era tener esa sensación de no poder mover el rostro la mitad de él no respondía .Solo tenía ganas de morir no podía contener el respiro y entonces desfallecí.
Fue un trauma que jamás olvidare sufrí un shock nervioso por la impresión que recibí, eso dijo el doctor, tenía Parálisis Facial a mi corta edad era un extraño caso, ya que generalmente se da en personas adultas que por sufrir o tener un profundo  dolor, estar en un estrés constante o con problemas bastante graves tienden a adquirir esta enfermedad. Pero en mí realmente el doctor se mostraba sorprendido y la razón o causa de mi enfermedad era el fallecimiento de mi abuelito que me causo un dolor intenso, lo cual provoco que mi sistema nervioso colapsara y por ello los nervios faciales en mi rostro se cayeran literalmente y eso hacía que adquiriera esa espeluznante apariencia , también tenía problemas como los ojos ya que no cerraban por completo se secaban y lagrimeaban en todo momento al comer se me caía todo por la boca la respiración se hizo mucho más difícil y lenta , no solo era mi aspecto mi salud también estaba afectada . Me curaría en un tiempo si es que tenía la suerte de que no me haya dado de manera permanente. La recuperación fue exhausta utilizaba unos lentes enormes de sol para que no sea notorio y trataba de no hablar. Tenía que cumplir con rigurosos cuidados.
Después de 3 meses estuve totalmente recuperada, en este tiempo deje de maquillarme ya no me importa, si al final mi enfermedad era mucho más importante que cubrir mis feas marcas. Y al percatarme tras todo este tiempo las marcas habían desaparecido, y no lo note por la preocupación, el ajetreo en mis tratamientos estaba tan centrada en recuperarme que olvide de ello, y así poco a poco habían desaparecido y ahora después de tres meses podía observar el cambio en mi rostro .
-Hola abuelito como has estado, mírame ya estoy recuperada gracias a ti a mis padres que me ayudaron con sus ánimos y perseverancia que nunca se rindieron cuando yo sentía que no podía más – Colocamos las flores favoritas de mi abuelito en el florero sus lirios blancos se veían más inmaculados que nunca.
Había cambiado mucho en este tiempo deje de preocuparme por mi exterior por priorizar lo que realmente importa, el fallecimiento de mi abuelito significo demasiado en mi historia y la enfermedad que tengo me hizo valorar  lo saludable que era antes, claro que siempre viviré con el temor de que regrese  y esta vez no se quiera irse jamás.
Ya han pasado casi 2 años y puedo decir con seguridad que me acepto.  El acomplejamiento nos encierra de una manera realmente peligrosa, no dejamos que nuestro ser y alma se expresen y muestren su esencia en plenitud no permitimos que el mundo se enamore de nuestro bellísimo interior. Escoge la mejor forma de liberal y expresar tu alma, yo por mi parte amo leer  y me fascina escribir y poder dar a conocer lo que pienso y poder enriquecer mi sensibilidad y creatividad con las maravillas que están plasmadas en un libro, porque yo leo y sueño. Nos concentramos tanto en nuestro exterior de seguir con las normas que nos marca la sociedad y dejamos de lado nuestra belleza natural solo para que el resto nos dé su aprobación. Solo reconoce que tu imperfección es aprobada, y aprobada por ti.

Seudónimo: Karol