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Seudónimo: Lía Carpio
Solo miro en el reflejo la agonía…
Miro un ser que muere y sufre
solo miro tristeza al no tenerte
la alegría de su juventud se esfumo.
¿Por qué? Por qué el destino es cruel
es tirano, y no deja que te abrase
el destino es un cobarde que se esconde
pero, ya me canse ya no lo soporto.
Las penumbras me acompañan
quiero hablarte… pero lo idealizo
veo una utopía que yace en mi memoria
como si fuese real Como si lo soñado fuese real.
¡Ya! Maldita sea déjenme ser feliz
por qué no me dejan ser feliz
que he hecho para merecer tal agonía
que he hecho para que me separen del alma mía…
Ya nos les basta, no les sobra
el pobre ángel… ha caído
no queda fuerza alguna para luchar
no les basta verme revolcar en el dolor.
Pero qué esperas… ¡ven! Y búscame
qué esperas ya te rogué, ¡ven! y búscame
le pedí a él, que me reconocieras que me abrazaras
me canse de idealizar… me canse de esperar.
Las penumbras acompañan mi alma
la niebla me abrazan y la agonía
ella me mata, ya perdí la cordura
ahora solo imagino tratos entre tú y yo.
Pero te juro por dios que ¡no te libraras!
¡No te permito, no permito que me olvides!
Solo dejaras este podrido mundo, con mi perdón
por qué no tienes el derecho de dejarme.
Seré egoísta ¡sí! Pero eres mío y te reclamo
tal como le pedí a la luna… ahora te lo pido
lucha por nosotros deja esa espesa penumbra
regresa a mí ¡regresa! y lucha por mi
Me muero por besarte sentir lo que los demás
pero sentirme dichosa de cumplir
de terminar mis sueños sin nadie interrumpiendo
lo digo ahora y lo sentencio…
Dejarás este mundo conmigo dentro tuyo
dejarás el infierno en el que andas
conmigo clavada en tu pecho como estaca
dejaras este mundo… solamente siendo mío.
La cordura fracaso el tiempo perdió la razón
ya no queda letra no dicha y palabra no escrita
ya no queda más que mi simple agonía
ya no queda nada que me ate a tu triste despedida.
Como he podido dejar que me marques
como he podido dejar que tu alma cale en mi ser
como pude dejarme llevar y bajar la guardia
como pude rendirme ante tu maldito amor.
No se me permite verte en la claridad
solo se me permite conversar en la clandestinidad
solo puedo verte en la oscuridad, ¿porque?
porque este es mi destino, perderte es mi destino.
Porque permití que entraras y te adueñaras
de algo que no te pertenecía, ¡ladrón!
devuélveme lo que me has robado
devuelve me lo único que he protegido por años.
Una imagen una idealización bastaron
para que te tuviera en un pedestal
basto solo una palabra para que mis barreras
vinieran abajo cual templo sagrado.
Te invoque cuando más te necesitaba
te llame pidiendo misericordia
te pedí que no me abandonaras
te pedí bajo la lluvia que no me desahuciaras.
Perdí cuenta del tiempo que invertí hablándote
perdí cuenta del amor que despilfarraba
por un ser insignificante como tú, perdí todo
que más doy, si di incluso la razón de la cual me jactaba.
Renunciare a mis derechos de tu amor
renunciare y dejare todo para que seas feliz
te dejare ser libre ya no sufrirás, ¿qué fácil verdad?
desacerté de tantos años con unas simples palabras.
Creo que la única que sufrió, ¡fui yo!
la que se lamentó, ¡fui yo!
la que cayó en un círculo vicioso, ¡fui yo!
la única responsable del daño en mí, ¡fui yo!
¡Espérame! Eso es lo que pido que me esperes
el mundo sabrá que eres solo mío
Que nadie más ose usurpar mi lugar
que nadie ose siquiera pretender ser yo
intenté que este amor progresara, ¡lo hice!
perdí la cuenta del amor que te tuve
perdí la cuenta de las veces que lloré
aun sabiendo que no eras mío.
Pero al verte partir amor, solo puedo sentir
rabia, cólera porque no luchaste por los dos
solo te fuiste y me dejaste en la locura
se acabó… sabía que me harías daño.
Dicen que no supe amar, que no te valoré
dicen que solo fingía amarte con locura
dicen muchas cosas, pero no importa
tú eres consciente del amor que te tuve.
Ya no queda nada más que decir
solo queda saber que es feliz mi ángel
eres feliz allá arriba porque aquí abajo
me culpan, me enjuician y no me defiendo.
Dime que vale la penan callarme
dime que vale la pena cada batalla
dime que regresar por ti valió la pena
vamos mi ángel se feliz ya no agonices.
Ya no siento nada ya no quiero nada
ya lo di todo ¿!vez?¡, somos dos cobardes
huyamos juntos, vámonos lejos
pero espera por mí ya no queda mucho tiempo.
Dicen que los pagarés ya casi saldan
que ya no le queda espacio para otra alma
que derivan a otros para allá
que no queda cupo para un suicida.
No importa cuando tiempo pase, siempre
te querré con la misma intensidad
no habrá día que me atormente
no habrá pena que me localice.
No había amado antes, no de esta manera
no tan desesperadamente, yo no había amado
sin conocer a la persona, sin siquiera tenerla cerca
pero lo hice a ti te amé a la distancia a ti de idealice.
Me costó tomar el rumbo de cada agonía me tomo tiempo
acostumbrarme a la sola idea de pasar tiempo contigo
me asome en un abismo del que
estaba más que dispuesta a caer por ti.
Di vuelta y sin sonido cual sordo decidí seguirte
cual ciego falle en el intento de reconocerte
pero no falle en escogerte creo que te encontré
ni la muerte puede separar dos almas destinadas.
¡Dispara! qué esperas ¡dispara ya! Acaba este lamento
dios mío, ¡dispara! en tus manos está el arma
nunca vino, nunca llego, lo espere y rogué
porque venga, pero no lo hizo.
No lo busque, ni el me encontró ¡Dispara!
y disipado este momento ¡dispara!
en la oscuridad nadie es culpable
nadie ve y nadie sabe.
Como yo, no se quien fue o a quien esperaba
¡Dispara! que la luz quiero ver, necesito verlo
ya me canse de las tinieblas, te ruego me dejes verlo
ya me canse de no tenerlo enciende la luz, ¡por favor!
Gracias ya la tarde caía, ya no lloraba
no veía lo que escribía, ya no lloraba
ya nació la luz y por fin puedo verlo
tranquilo aquí soy feliz porque te amé.