PAYASO
2016
El recuerdo me atormentaba, verlo con ella, me mataba, lo sé, porque él la miraba a ella, en la forma en como me miraba a mí.
Recuerdo que se besaban, estaban locamente enamorados, estaban muy felices juntos, los veía como estaban sonriendo o como se miraban.
Bueno, él es feliz sin mí, él la quiere a ella y nunca seré ella, aún recuerdo que estaba con mis amigas hablando, se reían, igual yo, al voltear para mirar a un lado, vi que él venía, estaban tomados de la mano hablando todo el tiempo, me quedé helada. Tenía que sonreír de todas maneras, aunque veía al hombre que amaba con todo mi corazón, estando tomado de la mano jalándola hacia mí. Vaya, realmente él era un hombre guapísimo, lo amaba profundamente, en serio, él era la razón por la cual me levantaba cada mañana para revisar mi celular y ver todos los días sus mensajes de ¡Buenos días, princesa!, pero bueno no puedo hacer nada al respecto.
2014
A penas empezaba clases, no recuerdo la fecha, entré, conocí a todos, reí, me enamoré, lloré, me lastimaron. Hubo un día en que no me esperaba de imprevisto, estaba sentada, si no me equivoco, justo ese día de clases no estábamos haciendo nada, ya que, nos dieron tiempo libre para refrescarnos, estaba sentada hablando con una amiga, estaba cerca de la puerta y en eso apareció el, estaba parado en la puerta, en su mano tenía agendas, su cabello parado, ojos casi negros, nariz normal, labios rojizos como casi el color del vino, me observaba y me dijo:
—Ten, estas son las agendas de tus compañeros.
—Gracias.
—Oye, tu enamorado te manda saludos —sonrió.
—No tengo enamorado.
—Bueno, adiós —asintió giñando un ojo.
Se notaba que estaba intentando hacer un coqueteo conmigo, se retiró, satisfecho del supuesto logro de hacerme sonrojar, pues ni siquiera lo había logrado. Quise darle un vistazo para verlo; pero me fui, cerré la puerta y empecé a entregar las agendas a toda mi clase, literalmente aquella vez que lo vi, no imaginaba la cordura, la noción del tiempo, la forma en como me miraba él.
2014
Era recreo, bajé de las escaleras para salir por la puerta de madera, que daba a continuación unas gradas de metal que sostenían 2 salones, eso me parece, bajé con mi equipo de sonido, me senté a escuchar música, miré alrededor mío a todos los de 5to de secundaria jugar fútbol, justo uno de ellos se me acercó y me preguntó mi nombre, le miré y dije:
–Carmen.
Sonrió y se fue a hablar con los demás chicos.
Aún seguía escuchando música, mi pasión era escuchar música todos los días, en todo ese año, no me esperaba una sorpresa enorme que me iba a suceder; pero conocí a uno de ellos, se llamaba ‘’Daniel’’, en primer lugar nos hicimos amigos, nuestra amistad al menos duró un buen tiempo lo cual me hacía sentir feliz respecto a eso, me gusta conocer gente nueva es decir, ser amiga de todo el colegio, en fin, fue varios meses que tuvimos largas conversaciones, lo cual me hacía ver que podía confiar en él.
El tiempo pasaba y decidimos llevar al siguiente paso, ser enamorados, lo fuimos si, hacíamos el intento de estar juntos, vernos todos los días, mi clase lo sabía, sabían que andaba con él, aunque estábamos de enamorados, no se notaba mucho, no lo sé, hacerlo público no era lo nuestro.
2014
Pero, el tiempo no nos dio la oportunidad de estar toda la vida, tomé la libertad de dejarlo ir, porque sentía que no había amor, tan solo el único amor que sentía era escribirnos; pero de vernos, abrazarnos y besarnos no sucedía y sentía que no se podía. Ya casi toda su clase lo sabía, con el chico que me había topado hace mucho tiempo estaba sorprendido, a la vez con esa expresión e interesado. Creo que quería que sucediera algo como eso sinceramente, las cosas habían cambiado, ya estaba acabando el año y yo que me sentía un poco mal por lo que hice, literal, es que él era mi primer enamorado en toda mi vida y se supone que tenía que estar con él toda mi vida; pero bueno él entendió que necesitaba darme un buen tiempo, necesitaba estar sola un buen tiempo para tomar decisiones nuevas, aunque lo quería tenía que dejarlo ir, mi lema siempre ha sido “Si amas algo, déjalo ir”.
Pues me sentía feliz haber conocido a muchas personas en aquel colegio en el que estaba, mis nuevos amigos, una nueva vida para “Carmen”, aunque instalarse o mudarse costaba demasiado porque es algo triste cambiar de vida por un tiempo.
Empezó el día donde los chicos y chicas de 4to se convirtieran en promoción 2015, para mí era algo triste ver como los de 5to de Secundaria se iban del colegio, es decir, tuvieron su viaje, baile de promoción y ahora se van, dejando un grato recuerdo a los profesores que trabajaron y enseñaron ahí; pero ya tenían que irse, para conseguir sus sueños, ser unos grandes profesionales, tener un trabajo estable para poder ser buenos en la vida.
2015
Recuerdo que apenas era 1 de enero del año 2015, un año nuevo, toda las personas apenas con las tangas o lo que sea que usen para año nuevo, yo solo usaba ropa normal, estaba con mi amiga Luna y Beca, estábamos comiendo esos tipos de Sándwich que son de molde, queso derretido con un poco de salsa de tomate y jamón, de ahí salía el pan delicioso que a mí y a ellos les encantaba comer, me alegraba estar con ellas, son mis mejores amigas del alma, hablábamos de muchas cosas nosotras, todo iba en orden, nada, ninguna discusión. Hasta que, llegó un MSM a mi celular, era de WhatsApp, no lo podía creer era un número desconocido, me asuste: “Hola ;)”, mis amigas se me quedaron mirando como sonsas, no sabía que decir, para ver si era un secuestrador o algo así, decidí preguntarle:
–¿Quién eres?
–Adam.
Pensé muchas cosas; pero algo se me vino a la mente:
–¿Te conozco?
–Estuve en tu colegio –me respondió.
Desde entonces me acordé de aquel chico que quería coquetearme, si él, el que tenía el cabello parado y esos ojos que daban miedo, mis amigas me empezaron a molestar, yo les negaba, que no creo que pasaría algo.
Pasó apenas un día y me comentó que yo le gustaba, me parecía irónico, ¿Yo? ¿Gustar de él?, pienso que es un inútil que solo busca romper mi corazón, aparte de decirme eso, me habló sobre donde vivía, no le dije; pero recuerdo que me dijo que “Iría a conquistarme”, me reí, no le creí mucho, estaba completamente loco, me preguntó si me gustaba alguien más y dije que sí, se puso mal; pero le dije que creo que no sucedería nada con el que me gustaba, en fin, tuvimos conversaciones largas, graciosas, maravillosas, y como que me empezó a gustar el, decidimos quedar un día para vernos, aquel 3 de febrero, le cité a las 3:30 en aquel parque que iba, aceptó, no le dije que iba a ir acompañada, hable con mi mejor amiga Flor, así que todo ya estaba planeado, vernos en aquel parque platicar de muchas cosas, de lo que nos gusta y de lo que no nos gusta.
3 DE FEBRERO 2015
Ya estábamos cerca del parque, ambas hablábamos de muchas cosas en particular, sobre él de verme con él; pero tampoco quería dejarla sola como si fuera VIOLINISTA, así que dije que hable con uno de nuestros compañeros para que nos dejen a solas, entonces ya para entrar al parque estaba ahí; pero antes de entrar, buscamos a uno de nuestros compañeros “Roberto”, nos fuimos con el más al parque, tenía un roche para morir, estaba nerviosa, verlo en persona otra vez, no sé, es que el me gustaba, no sabía qué hacer, le dije a Flor que no quería subir, se empezó a reír; pero justo en ese momento se quedó callada, al parecer el bajo para saludarme y hablar conmigo, fuimos arriba, entonces ellos se fueron a otro lado a hablar, ambos nos sentamos en el banco grande, la ropa con la cual estaba puesta era, un polo negro jeans color casi azul, zapatillas negras y nada más.
Empezamos con una conversación normal, todo iba bien hasta que me hablo de “Daniel”, me dijo que por qué terminé con él, obviamente les di mis motivos, los cuales le dejaría en claro, terminando el tema, hablamos sobre la carrera que quería seguir, le hable sobre Psicología, al toque el analizó algo, me hizo una pregunta súper rara, era algo sobre ¿Cómo solucionarías el problema de las personas que no pueden dormir?, no le di muchas ideas, hasta que el, me ayudo con muchas, se rió porque al parecer veía que no tenía mucha inteligencia, hablamos horas por horas, me acerqué hacia el para poder abrazarlo, le dije que estaba muriendo de frío, me miró y sacó su casaca en su mochila, recuerdo que el color de la casaca era ploma, aunque un poco delgada, me la puso, se acercó y me abrazó, dando como respuesta un beso en la frente. Podía sentir como su corazón latía rápidamente, el agarró mi mano y dijo: Tengo 2 corazones, siente. Le miré sonreí y le dije: Es tu pecho. Empezó a reír, ya parándome queriendo levantarme me jaló para que me siente, justo vinieron unos niños, para jugar a esos juegos que estaban arriba, el por molestar, empezó a hacer voces graciosas, lo cual me hacía reír sin parar, me hacía sentir feliz. Valla realmente el me hacía sentir feliz, seguíamos hablando; pero no mucho, hasta que hubo la ocasión en que ellos se fueran del lugar.
Me acerqué a él diciendo que me atrapara, me miró fijamente y me empezó a perseguir, subí a esa pequeña casita de madera con resbalones, un puente que pasabas, no logré escapar del todo porque logró atraparme, me abrazaba, sentía esos brazos musculosos, valla, que hermoso. Bajamos de la casita, nos fuimos detrás de la casita, nos miramos fijamente a los ojos, acarició mis mejillas y me besó, lo que me asusté un poco era que me puso contra la pared, intentaba subir mi polo hacia arriba, sus manos estaban hacia mi espalda, literalmente era un beso apasionado.
Después de besarnos, nos miramos, estábamos perdidamente enamorados, uno del otro, locamente enamorados, valla lo amo realmente con toda mi alma, con todos mis sentimientos, entonces cuando quise buscar a Flor y Roberto no estaban, me miro, tomándome de las manos diciendo que tenía que irse, bueno, entonces, agarró su mochila y nos fuimos juntos a tomar un taxi, valla esa tarde hermosa, en comer el caminaba detrás de mí, abrazándome, dándome besos en la mejilla y en el cuello, se notaba que estaba enamorado de mí, lo podría ver, lo notaba.
Me gustaba estar con él, locamente enamorada de él, ya llegamos al lugar para tomar el taxi, al toque me quité la casaca que me prestó, la guardó, tomados de las manos, nos dirigimos a la esquina, se paró en la esquina para estirar su mano, le dijo la dirección de su casa, se acercó hacia a mí, robándome un beso en los labios, sonrió y se fue. También se despidió mandándome un beso desde lejos, y con su mano. Fue una tarde preciosa, mientras me iba del lugar empecé a sonreír durante todo el camino, justo recordé que tenía que ir a buscar a Flor para irnos juntas, tuve suerte de encontrarla justo a tiempo estaba en el parque del colegio con los compañeros, al parecer los chicos habían quedado en jugar fútbol y no sabía sobre eso.
El único que sabía sobre el beso era Roberto y Flor, en ellos podía confiar plenamente, además me sentía segura de decirles lo que paso hace unos minutos con él, me sentía muy feliz por aquél beso que me dio, sí que estoy completamente enamorada de él, hable con mi mejor amiga en todo el camino, el tema sólo se hablaba de él, que me gustaban sus ojos, en cómo me trataba, es algo tan hermoso, sentir que la persona que amas o que te gusta sienta lo mismo por ti, me hace sentir tan feliz. Pensé que mi madre me iba a gritar; pero lo contrario, no me dijo nada malo, en absoluto, era como que sonrió y nada de nada. No recuerdo que pasó ese día; pero lo que sí sabía era de que mañana era el cumpleaños de mi hermano, ya cumplía 22 años, ya estaba viejo, la persona que me había abierto la puerta era mi prima Verónica la mayor, estaba ahí cuidando de mis sobrinos.
4 de febrero
El cumpleaños de mi hermano “Fabián”, no tenía idea de que iban a venir algunos amigos a la casa, de todas formas decidí estar ahí un par de horas para acompañarlo en la fiesta, pasaba bocaditos, me tomé la libertad de ayudar, me gusta ayudar, siempre fue de esa forma, soy de esas personas que cuando necesitan mi ayuda estoy ahí cuando me quieren a su lado, la fiesta estaba interesante, aunque estaba demasiada llena y era algo complicado estar cerca de ellos, el problema era de que mi hermano había comprado trago para tomar con sus amigos y festejar sus 22, en fin, estaba pasando los bocaditos, cuando de repente recibí un mensaje de él, diciéndome que estaba haciendo sonreí y le hable sobre el cumpleaños de mi hermano, me dijo que le diera su feliz cumpleaños o algo así, no recuerdo aquello; pero fue algo tan hermoso poder sentir esa sensación, valla.
Pasaron las horas mientras revisaba los estados de todos mis amigos que tenía en WhatsApp, tenía un poco de sueño, también hambre, normalmente me da hambre a veces en la hora de dormir, miraba como cada amigo de mi hermano Fabián, hablaba amablemente agradeciendo que le gustaba la comida y que si podían servirle más, mi mamá sonrió amistosamente y aceptó, cada uno de ellos me saludaba, sonreía y salía. Pude acordarme que cuando hicimos el Happy Birthday a mi hermano, le dieron un gran tortazo en la cara, lo cual me hizo reír demasiado, sería como que me ayudaron uno de sus amigos para qué cobre venganza por esas veces que en mi cumpleaños me agarraba la cara y me ponía en toda la torta. Ya estaba de sueño me despedí de todos su amigos y amigas, salí del lugar, me puse mi piyama favorita, me eché, observe mi celular una vez más, sonreí, lo apagué y me eché a dormir.
2015
Al pasar cada día, semanas, meses, las cosas iban mejor; pero un día de esos cambiaron las cosas radicalmente, me estaba enterando cosas que no debería enterarme de él, me ponía mal, me enojaba, me decepcionaba. Respiré hondo y le hable sobre esos temas, dejamos de hablarnos un tiempo, creo que ni me dijo ni Feliz Cumpleaños aquel 6 de marzo en donde cumplía apenas 15 años, pienso que ponerme mal en mi propio cumpleaños era algo absurdo, recapacité y me dije a mi misma: “Aunque no me hable y sabiendo que él está un poco molesto o mal por esto, no importa, no es mi problema haberme enterado cosas como esas, nadie tiene la culpa, solamente me dicen lo que es; pero soy fuerte”. Seguía riendo con mis amigas por los videos que poníamos, todo iban bien por el momento, justo antes de que empiecen a cantarme la canción, llegó mi hermano con un amigo llamado “Omar”, le saludé, me dijo un Feliz Cumpleaños, se sentó un rato para hablar con mi hermano, se me acercó dándome un regalo que él me estaba trayendo, me dio curiosidad de abrirlo para saber que era, yo cuando toqué el regalo, pensaba que era un diario, antes de sacar la envoltura, le agradecí por el regalo recibido de su parte, lo abracé, abrí la envoltura y me quedé en shock, gritaba de felicidad, me sentía feliz, porque era el libro que quería siempre, es de una trilogía de la saga “El Club De Los Incomprendidos”, era, casi el último libro que se titulaba “El Diario De Meri”, siempre deseaba que me regalaran ese libro y su propio amigo me lo regaló, era la primera vez que un chico me regalara un libro que he deseado toda mi vida, durante ese tiempo de verano.
Pasaron los meses, un día, me comporté mal, hasta que mis padre decidieron quitarme mi celular por un buen tiempo, lo peor era de que no podía comunicarme con mis amigos y amigas de todo el mundo en las redes sociales, apenas llamaba por teléfono a mi mejor amiga Flor para hablar con ella. Apenas calló un día en el cual estaba un poco aburrida y triste, estaba en recreo, todos habían salido, caminaba con mis 2 amigas Flor y la nueva “Elena”, ambas estábamos en el segundo piso caminando por todo lado, hasta que una visita inesperada me sorprendió, era “Adam” no lo podía creer con mis propios ojos, después de una pequeña pelea y de estar un tiempo separados, decidió visitarme sin llamarme o avisar a alguien conocido de mi clase, bajé rápidamente las escaleras, abrí la puerta de la primera entrada (la de primaria), le miré a los ojos, saludándolo, literalmente estaba fría no sabía que iba a venir y eso que él ya estaba en la U. Estábamos a punto de besarnos, hasta que uno de los profesores se apareció y le saludo a Adam. El profesor nos observó a nosotros y se fue sin decir una sola palabra.
—¿Por qué ya no respondes mis mensajes de WhatsApp? —asintió cruzando los brazos.
—Es que mi papá me quitó el celular, así que dejé de comunicarme contigo.
—Jaja, no te preocupes, cuando te devuelvan el celular me hablas.
—De acuerdo.
—Te quiero
—Yo también te quiero — sonreí (dando como respuesta un abrazo).
Me tuve que despedir de él porque tenía que irse a su casa para hacer trabajos, cuando se fue me quedé un poco triste, porque al parecer vino a pedirme perdón, conozco su mirada, sé cómo se pone cuando está triste o sobre su felicidad, todo, él es todo lo que quiero ahora.
Un día me dieron vacaciones por una semana, lo bueno que durante ese tiempo, me estaba comportando bien, de todas formas me fui a mi casa caminando, llegué a mi casa sana y segura sin ningún peligro que me aseche por esos lugares. Toqué el timbre y me abrió mi papá, ambos subimos, al parecer estaba cocinando Lomo Saltado, una comida demasiada rica para saborearla, entonces, le dije que si me podría darme el celular ya que en ese tiempo me comporté como debería de hacerlo, me miró, entro al cuarto, sacó el celular y me lo dio amablemente sin decirme nada malo, estaba aliviada; pero sabía que no tendría oportunidad. Prendí mi celular contenta por ver si tenía mensajes y en serio que manera de tener mensajes porque todo el mundo me hablaba preguntando ¿Qué te paso? ¿Hola?, a todos empecé a ignorar y me centré un poco con el grupo de mi familia, porque quería saber de qué estaban hablando, podrían decir de que viajarían desde donde están hasta donde yo estoy, me dio curiosidad de saber si iban a venir, lamentablemente no era así, todos están completamente concentrados con su futuro planeado de terminar la U y encontrar un buen empleo, razones por las cuales serían buenos en eso. Respondí el mensaje del grupo de la familia ya que habían dejado bastantes conversaciones, terminé sobre ese asunto y me dirigí directamente al mensaje de “Adam”, para hablar con él, resultaba estar preocupado por mí, eso me hacía ver que me quería de verdad, cuando una persona se preocupa por alguien quiere decir que te quiere y que no desea que nada malo te suceda.
Durante todos estos meses fueron maravillosos hablar con él, me hacía sentir que podría estar viva, que podría confiar en él de nuevo, a pesar de sus mentiras ocultas que no se atrevía a decirme por miedo a perderme, de todas formas, íbamos bien juntos, éramos la pareja perfecta del colegio, aunque él ya había acabo 5to de Secundaria y yo que estaba en 4to de Secundaria. En diciembre mi papá tuvo que irse a trabajar, logrando que mi mamá se quedara en Arequipa lo cual me convenía traer a Adam a mi casa, recuerdo que era 28 de diciembre del 2015, mi mamá estaba con mi abuelita, mi hermano estaba encerrado en su habitación, me dio la idea de poder llamarlo y decirle que venga a mi casa para poder hablar y aclarar asuntos pendientes de todo lo que hemos pasado juntos, aunque decir verdad de que él no era mi enamorado, él era un afán con lo cual me encariñaba con él, le decía cosas cursis. Le envié una foto a mi mamá por medio de WhatsApp para que le mostrara quien era el chico con el cual me gustaba y pues le hablé si podía venir a la casa, me envió un mensaje diciendo: “No puede venir porque voy a salir y tu hermano también, que sea otro día”. El problema de ahora era de que ya le estaba diciendo que el venga a la casa, me enfurecí y me puse triste, lamentablemente él ya estaba en pleno camino, mi mamá se despidió de mi porque tenía que ir a una pequeña reunión de amigas que tenía, por mala suerte, Adam me dijo que ya estaba cerca, tuve que esperar para que me enviara un mensaje diciendo que ya estaba en la puerta, mi mamá ya se había ido lejos, estaba esperando a que me respondiera y me dijo que ya estaba abajo, asustada y nerviosa, bajé rápidamente las escaleras, abrí la puerta y estaba ahí parado, su amigo estaba al otro lado de la vereda, nos miramos y nos abrazamos, le dije que pasara normal, sonrió y me besó apasionadamente.
Cerramos la puerta nos fuimos a una parte de la casa, estábamos a oscuras, nadie pasaba por ahí, tuvimos suerte en eso, entonces llegó el momento, recuerdo que aquella noche en la que nos vimos a escondidas estaba con short y un polo largo que me había regalado mi papá, me gustaba mucho ese polo, mi cabello suelto, short de mi mamá y sandalias, él estaba con la misma ropa de nuestra primera cita, me bajó el short desesperadamente, nos echamos en el suelo, se desabrochó los botones, se me acercó y me besó, era mi primera vez, estábamos haciendo el amor, era algo que nunca me había pasado en serio, estábamos locos, en plena casa que no diría que es mía es de mi abuelita, estábamos tirados como dos perros que están cansados.
Terminamos de hacerlo, nos levantamos, nos miramos y nos empezamos a reír como si nada de esto hubiera sucedido, me miró fijamente a los ojos, agarrando mi rostro me susurró.
—Te quiero Carmen, que esto se quede entre nosotros, no se lo digas a nadie —asintió mientras me besaba la frente.
—Te prometo que no se lo diré a nadie, te quiero Adam —lo abracé.
Nos besamos en los labios y nos despedimos con un abrazo, miré como se iba alejando de mi lado, sonreí, miré como se iba yendo con su amigo que le acompañó durante toda la trayectoria para venir a buscarme. Estaba feliz; pero a la vez asustada, subí las escaleras, saqué una toalla, entré al baño, me encerré y observé delicadamente mi short para ver en qué estado estaba, si es que estaba manchado o limpio, cuando miré había un poco de semen de Adam, me aterrorice por ver que estaba manchado y lo peor, creo que ese día venía mi mes, porque cuando miré mi calzón estaba con sangre, al toque entré a la ducha para lavarme, me sequé con delicadeza al terminar de lavarme, le hablé sobre lo que me acaba de suceder y al parecer sí que se asustó mucho al saber de la noticia, empecé a llorar porque estaba asustada por lo que me acaba de pasar.
No sabía si me iba a embarazar de él o algo por el estilo, no me hice ninguna prueba de embarazo, empecé a rezar para pedir que nada malo me pasara, al día siguiente, estaba preocupado, le dije que no se preocupara por mí, que todo va a salir bien. Ambos cambiamos de tema para estar tranquilos después de lo que sucedió, nos contamos chistes, nos enamorábamos el uno al otro, que hermoso, lo amo y no quiero que esto acabe, no quiero alejarme de él.
2016
Un nuevo año para mí, lo festeje con mi mejor amiga en la habitación de mi hermano, porque no quería estar sola, las cosas iban bien por sí solas, la pasé bien durante todo el verano sinceramente. Se suponía que estaría muy feliz durante todo este año, que las cosas serían totalmente distintas, después de que pasará un buen año, casi. A inicios de enero pasó algo que no debía de enterarme, apenas recuerdo, tuve memoria, en mi estado de WhatsApp puse que amaba a Adam que él era todo lo que quería en esta vida, sinceramente lo amaba con toda mi vida, sentía algo que por nadie en realidad podía sentir. En este año de vacaciones tuve una hermosa experiencia regresando al teatro que amaba estar, me gustaba estar ahí, conocer nuevas personas, descubrir muchas cosas, literal, me gusta ser sociable con las personas con las cuales si debería de serlo.
Todo estaba bien desde entonces, no recibía cosas malas. Pero hablando sobre el mensaje que puse de estado, al toque mi amiga Clara me comentó que si estaba con Adam porque yo a él lo consideraba como si fuera mi enamorado oficial aunque no podíamos estar juntos, me dijo que él estaba con una de sus amigas y de que no iba a decir con quién, realmente estaba en shock, nunca pensé ese tipo de cosas en él, me sorprendió mucho de él. Para lo peor de todo era de que él sabía que lo amaba, no me lo podía creer, me dijo ella que no la odie, que no haga nada. Justo ese día era de noche, mi hermano y yo mirando “El Aro 2”, me aguantaba las lágrimas, me fui al techo a desahogarme porque no tenía palabras, estaba helada. Respiré hondo y me dije: “Tendré que hablar con él, para ver si es cierto lo que está sucediendo, espero que no me mienta”.
Logré hablar con él.
—¿Estás con alguien verdad? —asentí secando mis lágrimas.
—No.
—No me mientas.
—Ves, te dije que te iba a lastimar —asintió asombrado.
—¡Sabes que te odio, no me vuelvas a hablar! —me enojé.
—Sabes que no estaré bien — se puso mal —lo siento.
—Adiós.
Y desde entonces las cosas habían cambiado totalmente, aunque tuve memoria que me habló, pero le había respondido feo. Y actualmente lo que se puede decir es que ya no hablamos mucho ¿Tienen al menos una idea de por qué?, porque desde que mi padre me quitó el celular en aquél tiempo que todo se había hecho mierda, desde entonces, supe que aquel mensaje que le envíe cuando estaba en clases, no me acuerdo mucho, me dijo que lo siente, que ya tiene a alguien más. ¿Y sabían algo?, la conocí. Y ahora él es feliz con ella, desde entonces no volví a ser la misma de siempre.
Seudónimo: “Ana”