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La blanca luz del sol entraba por la ventana, pude sentirla al levantar mi mano parecía que el verano ya había llegado, pero por alguna razón al despertar esa mañana un 13 de enero para ser exactos me sentía diferente, sentí como si el momento al que más miedo o tristeza le tenía al fin había llegado y ya no era un mañana, era un hoy para mí.
Una vez un sabio dijo que los ojos son la ventana del alma, yo siempre me pregunte como se ve mi alma si nadie puede ver a través de ella, antes la gente podía ver a través de mi ventana, pero ahora todo es diferente. A los 13 años me diagnosticaron queratocono, es una enfermedad que provoca el adelgazamiento de corneas; los médicos dijeron que tenía cinco años como máximo antes de perder para siempre mi alma. En ese momento a las 6:00pm de un viernes 17 decidí que viviera esos cinco años como si fueran los últimos de vida que tuviera, descubriría cosas que nunca vi y experimentaría emociones fascinantes, que me lleven fuera del planeta solo con sentirlas.
A los 14 años tome las primeras clases de harmónica en una escuela de música de bajos recursos cerca de mi casa, al inicio me costó mucho aprender a tocarla, pero con el tiempo se volvió en algo mágico, al tocarla sentía una sensación de libertad e intensidad por las notas graves y una paz y soledad con las agudas; en ese lugar conocí al primer amigo que tendría en mi vida; Víctor él era músico por naturaleza creo que nació con ese talento y fue la primera vez que le vi el alma a una persona , su mirada profunda como el mar azul y sus pequeños destellos como estrellas fugases, en sus pupilas veías soledad y una enorme bondad; a veces sentía que esa mirada llena de amor y bondad era solo para mí que él al igual que yo sentíamos la misma soledad pero se iba al estar juntos con la música.
Cuando cumplí 17 años experimenté mi primer beso, pero esa vez la mirada de Víctor era diferente tenía colores brillantes, su soledad se había ido porque el sol salió entre las nubes grises llenas de tristeza se habían dispersado, los primeros rayos salieron, fue un momento que te sacó orbita y te trasladé a un lugar con alegría y llena de felicidad, luego de eso Víctor murió en un accidente de tránsito y aunque no pude despedirme ese día creo que su última ventana miro la paz y tranquilidad entre colores morado, rojo y azul; como el último atardecer que vería en su vida. Al tocar la harmónica sentía que me conectaba con su alma e imaginaba que estábamos juntos haciendo música y viendo el atardecer desde el techo de su casa.
Un día vino la mamá de Víctor y me entregó una carta que él había dejado para mí le agradecí y la leí de inmediato la carta decía: siempre me pregunto porque te encanta mirar mis ojos, no se aun porque te encanta verlos si supieras que estos ojos que tanto te fascinan vieron cosas horribles y presenciaron la muerte de mi padre que me hace tanta falta y la de mi hermana y su frágil corazón, pero aun así todas las miradas que te di fueron solamente tuyas cada una de ellas , y ahora es mi turno de decirte que tus pequeñas ventanas oscuras pero brillantes de tonos cafés y negros a la vez gritaban a gritos ser admiradas por alguien digno, para que le dediques tu bella mirada de soledad pero amable a la vez y tus pequeñas cortinas son tan finitas que me salvan del vacío de mi soledad porque siempre logras atraparme antes de que pierda la cabeza, ahora que a través de esto te he dicho todo lo que siento no derrames ninguna lagrima por mí al fin y al cabo solo soy un espectador de esa bella ventana. Cuando termine de leer la carta sin darme cuenta estaba derramando lágrimas, en ese momento tome la harmónica y toque la canción
My heart will go on y le di el ultimo a dios a esa persona que marcó un antes y aun después de mí.
Pasaron los cinco años y se cumplieron las palabras de los médicos, perdí mi alma porque nadie podía verla a través de mi ventana, pero a pesar de eso descubrí que la persona a la que amaba me había mostrado su alma pura y llena de soledad y amor a la vez; ahora que veo que esta nueva forma de ver la vida es oscura pero solo tú puedes hacer que la oscuridad se vaya y llegue la luz y los colores opacos se alejen para que vengan los cálidos y llenos de vida para tu nueva ventana del alma.
Seudónimo: Adri RM
Una vez un sabio dijo que los ojos son la ventana del alma, yo siempre me pregunte como se ve mi alma si nadie puede ver a través de ella, antes la gente podía ver a través de mi ventana, pero ahora todo es diferente. A los 13 años me diagnosticaron queratocono, es una enfermedad que provoca el adelgazamiento de corneas; los médicos dijeron que tenía cinco años como máximo antes de perder para siempre mi alma. En ese momento a las 6:00pm de un viernes 17 decidí que viviera esos cinco años como si fueran los últimos de vida que tuviera, descubriría cosas que nunca vi y experimentaría emociones fascinantes, que me lleven fuera del planeta solo con sentirlas.
A los 14 años tome las primeras clases de harmónica en una escuela de música de bajos recursos cerca de mi casa, al inicio me costó mucho aprender a tocarla, pero con el tiempo se volvió en algo mágico, al tocarla sentía una sensación de libertad e intensidad por las notas graves y una paz y soledad con las agudas; en ese lugar conocí al primer amigo que tendría en mi vida; Víctor él era músico por naturaleza creo que nació con ese talento y fue la primera vez que le vi el alma a una persona , su mirada profunda como el mar azul y sus pequeños destellos como estrellas fugases, en sus pupilas veías soledad y una enorme bondad; a veces sentía que esa mirada llena de amor y bondad era solo para mí que él al igual que yo sentíamos la misma soledad pero se iba al estar juntos con la música.
Cuando cumplí 17 años experimenté mi primer beso, pero esa vez la mirada de Víctor era diferente tenía colores brillantes, su soledad se había ido porque el sol salió entre las nubes grises llenas de tristeza se habían dispersado, los primeros rayos salieron, fue un momento que te sacó orbita y te trasladé a un lugar con alegría y llena de felicidad, luego de eso Víctor murió en un accidente de tránsito y aunque no pude despedirme ese día creo que su última ventana miro la paz y tranquilidad entre colores morado, rojo y azul; como el último atardecer que vería en su vida. Al tocar la harmónica sentía que me conectaba con su alma e imaginaba que estábamos juntos haciendo música y viendo el atardecer desde el techo de su casa.
Un día vino la mamá de Víctor y me entregó una carta que él había dejado para mí le agradecí y la leí de inmediato la carta decía: siempre me pregunto porque te encanta mirar mis ojos, no se aun porque te encanta verlos si supieras que estos ojos que tanto te fascinan vieron cosas horribles y presenciaron la muerte de mi padre que me hace tanta falta y la de mi hermana y su frágil corazón, pero aun así todas las miradas que te di fueron solamente tuyas cada una de ellas , y ahora es mi turno de decirte que tus pequeñas ventanas oscuras pero brillantes de tonos cafés y negros a la vez gritaban a gritos ser admiradas por alguien digno, para que le dediques tu bella mirada de soledad pero amable a la vez y tus pequeñas cortinas son tan finitas que me salvan del vacío de mi soledad porque siempre logras atraparme antes de que pierda la cabeza, ahora que a través de esto te he dicho todo lo que siento no derrames ninguna lagrima por mí al fin y al cabo solo soy un espectador de esa bella ventana. Cuando termine de leer la carta sin darme cuenta estaba derramando lágrimas, en ese momento tome la harmónica y toque la canción
My heart will go on y le di el ultimo a dios a esa persona que marcó un antes y aun después de mí.
Pasaron los cinco años y se cumplieron las palabras de los médicos, perdí mi alma porque nadie podía verla a través de mi ventana, pero a pesar de eso descubrí que la persona a la que amaba me había mostrado su alma pura y llena de soledad y amor a la vez; ahora que veo que esta nueva forma de ver la vida es oscura pero solo tú puedes hacer que la oscuridad se vaya y llegue la luz y los colores opacos se alejen para que vengan los cálidos y llenos de vida para tu nueva ventana del alma.
Seudónimo: Adri RM