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Noche de invierno en el pequeño pueblo de Irania, en la casa más humilde se suscitaba el nacimiento de un hermoso bebe, todos estaban alegres inclusive María que a pesar de estar adolorida por el parto reía. José quien era padre de María le preguntó:
—¿Cuál será el nombre que pondrás a mi nietecita?
María respondió: Mar rumí, para que así sea fuerte como una piedra y tan pura como el mar. Después de esto ella empezó a sentirse mal, por lo que llamaron a los médicos, pero ellos no pudieron hacer nada para salvarla y María murió. Nadie podía creerlo, el día que supuestamente era el más feliz de todos se convirtió en el más triste y doloroso.
Pasado una semana del entierro de María, José se quedó al cuidado de su nieta Mar rumí puesto que su padre había muerto años atrás en un accidente y no había quien se haga cargo de ella.
La crio con el amor más dulce que puede existir en el mundo e inculcándole los valores más valiosos la bondad y la valentía para que fuera igual a su madre la cual habría querido que fuera así.
Cuando Mar rumí cumplió los diez años su abuelo había decidido contarle lo que había sucedido con su madre, al enterase de toda la verdad ella rompió en llanto diciendo: todo fue por culpa de los médicos que no pudieron hacer nada para salvar a mi madre, por eso no deseo ser jamás una médico.
—Querida nieta nadie tuvo la culpa, Dios sabe porque hace las cosas seguro tiene algo mejor para ti, ella pregunto: abuelito ¿quién me puso este nombre?
—fue tu madre ella siempre quiso que seas fuerte como la piedra y pura como las aguas del mar, única e inigualable.
—¿Cuál es el nombre de mi madre?
—María, María es su nombre.
—¡Oh! Que hermoso nombre como la madre de nuestro creador.
—Sí, ella siempre te cuidara y te protegerá como lo ha hecho hasta hoy y nunca te ha de desamparar porque tú eres su ángel.
El tiempo siguió su curso y Mar rumí crecía más y más, José veía en su nieta la vocación que tenía para ser una médico pero como ella tenía ese rencor siempre contestaba a su abuelo: ¡no deseo serlo! Porque ellos tienen la culpa de que hoy mi madre no este junto a mí.
Pasaron los años y Mar rumí estaba cursando el quinto de secundaria y se preparaba para postular a la universidad. Aun no sabía porque carrera optar. Una tarde José le dijo: Mar rumí sé que tu verdadera vocación es de ser una gran medico porque lo vi desde que eras una niña siempre atenta con los demás les curabas sus heridas, jugabas a ser una médico aunque no lo reconozcas, pero tu odio y tu rencor no te lo permiten. Sabes, tú eres una buena nieta e inteligente olvida el pasado y sigue tu verdadero camino.
—¡No! No es así a mí me gusta ser una profesora y no una médico, después de esto Mar rumí se retiró asía su cuarto, aunque en el fondo sabía que su abuelo tenía razón. José después de esto no volvió a hablar del tema.
Pasaron cuatro meses y Mar rumí tenía que ir de viaje de promoción por una semana, muy entusiasmada alisto todo su ropa, zapatos, un poco de frutas y comida no perecible. Su abuelo la acompaño hasta el bus donde se encontraban todos sus compañeros los cuales traían cosas muy costosas y cuando vieron a Mar rumí empezaron a burlarse de ella aunque no era nada nuevo para ella solo por el hecho de ser huérfana.
Mar rumí dijo a su abuelo: No hay que hacer a lo que dicen las personas porque lo hacen sin pensar.
—Bien dicho que tengas un buen viaje, diviértete porque te lo mereces respondió su abuelo.
—Claro no te preocupes. Y con un fuerte abrazo como si habría sido el último se despidieron. Así paso la semana, Mar rumí había conocido muchas cosas nuevas y tenía muchas ganas de contarle todo a su abuelo.
En el transcurso del viaje el bus tuvo una falla mecánica por lo que impacto contra un cerro, todos fueron evacuados al hospital, pero por fortuna no tuvieron lesiones graves la única que resultó gravemente herida fue Mar rumí.
José como si presintiera algo malo soltó el vaso de repente y fue en ese instante cuando tocaron su puerta, era el director, José dijo: Buenas tardes que paso.
—Tienes que ser fuerte señor José, tu nieta está gravemente herida el bus donde viajaron se despisto.
Inmediatamente después de recibir la noticia, José fue al hospital en el cual se encontraba su nieta fue a verla pero no se lo permitieron el doctor le indico que necesitaba un trasplante de un corazón urgentemente, absorto por la noticia José fue a realizarse inmediatamente los análisis para saber si estaba apto para donar el órgano y los resultados fueron positivos.
Todo esto pasó muy rápido, iniciaron la cirugía la cual tuvo éxito.
Paso el tiempo y a Mar rumí le habían dado de alta, pero ella se preguntaba así misma porque mi abuelo no habrá venido a visitarme, seguro tiene una sorpresa para mí. Cuando llego a su casa toco inmediatamente la puerta, pero nadie habría fue entonces en ese momento cuando una de sus vecinas se le acerco diciéndole: Mis condolencias tu abuelo me dijo que te entregara esto. Mar rumí quedo por un momento en silencio recibiendo así el encargo de su abuelo era una carta, la llave y un cachorrito. Cuando estuvo adentro procedió a leer la carta que decía:
“Querida Mar rumí la noche en que murió tu madre me sentía al igual que tú con odio y rencor porque no hicieron nada por salvar a María, pero comprendí que nadie tenía la culpa por eso te pido desde el fondo de mi corazón que olvides todo ese odio y rencor que no te hace nada bien. Me siento muy feliz de haber sido yo quien te dio la oportunidad de vivir nuevamente para que puedas cumplir tus verdaderos sueños y propósitos también quiero que sepas que tu madre siempre estará orgullosa como yo lo estoy. TE QUIERO MUCHO”.
Mar rumí entonces comprendió lo que su abuelo había querido decirle siempre y con lágrimas en los ojos dijo: Perdóname querido abuelo voy a cumplir mis verdaderos propósitos y cuidare muy bien del cachorro por me diste la oportunidad de vivir nuevamente.
Seudónimo: Amauta
—¿Cuál será el nombre que pondrás a mi nietecita?
María respondió: Mar rumí, para que así sea fuerte como una piedra y tan pura como el mar. Después de esto ella empezó a sentirse mal, por lo que llamaron a los médicos, pero ellos no pudieron hacer nada para salvarla y María murió. Nadie podía creerlo, el día que supuestamente era el más feliz de todos se convirtió en el más triste y doloroso.
Pasado una semana del entierro de María, José se quedó al cuidado de su nieta Mar rumí puesto que su padre había muerto años atrás en un accidente y no había quien se haga cargo de ella.
La crio con el amor más dulce que puede existir en el mundo e inculcándole los valores más valiosos la bondad y la valentía para que fuera igual a su madre la cual habría querido que fuera así.
Cuando Mar rumí cumplió los diez años su abuelo había decidido contarle lo que había sucedido con su madre, al enterase de toda la verdad ella rompió en llanto diciendo: todo fue por culpa de los médicos que no pudieron hacer nada para salvar a mi madre, por eso no deseo ser jamás una médico.
—Querida nieta nadie tuvo la culpa, Dios sabe porque hace las cosas seguro tiene algo mejor para ti, ella pregunto: abuelito ¿quién me puso este nombre?
—fue tu madre ella siempre quiso que seas fuerte como la piedra y pura como las aguas del mar, única e inigualable.
—¿Cuál es el nombre de mi madre?
—María, María es su nombre.
—¡Oh! Que hermoso nombre como la madre de nuestro creador.
—Sí, ella siempre te cuidara y te protegerá como lo ha hecho hasta hoy y nunca te ha de desamparar porque tú eres su ángel.
El tiempo siguió su curso y Mar rumí crecía más y más, José veía en su nieta la vocación que tenía para ser una médico pero como ella tenía ese rencor siempre contestaba a su abuelo: ¡no deseo serlo! Porque ellos tienen la culpa de que hoy mi madre no este junto a mí.
Pasaron los años y Mar rumí estaba cursando el quinto de secundaria y se preparaba para postular a la universidad. Aun no sabía porque carrera optar. Una tarde José le dijo: Mar rumí sé que tu verdadera vocación es de ser una gran medico porque lo vi desde que eras una niña siempre atenta con los demás les curabas sus heridas, jugabas a ser una médico aunque no lo reconozcas, pero tu odio y tu rencor no te lo permiten. Sabes, tú eres una buena nieta e inteligente olvida el pasado y sigue tu verdadero camino.
—¡No! No es así a mí me gusta ser una profesora y no una médico, después de esto Mar rumí se retiró asía su cuarto, aunque en el fondo sabía que su abuelo tenía razón. José después de esto no volvió a hablar del tema.
Pasaron cuatro meses y Mar rumí tenía que ir de viaje de promoción por una semana, muy entusiasmada alisto todo su ropa, zapatos, un poco de frutas y comida no perecible. Su abuelo la acompaño hasta el bus donde se encontraban todos sus compañeros los cuales traían cosas muy costosas y cuando vieron a Mar rumí empezaron a burlarse de ella aunque no era nada nuevo para ella solo por el hecho de ser huérfana.
Mar rumí dijo a su abuelo: No hay que hacer a lo que dicen las personas porque lo hacen sin pensar.
—Bien dicho que tengas un buen viaje, diviértete porque te lo mereces respondió su abuelo.
—Claro no te preocupes. Y con un fuerte abrazo como si habría sido el último se despidieron. Así paso la semana, Mar rumí había conocido muchas cosas nuevas y tenía muchas ganas de contarle todo a su abuelo.
En el transcurso del viaje el bus tuvo una falla mecánica por lo que impacto contra un cerro, todos fueron evacuados al hospital, pero por fortuna no tuvieron lesiones graves la única que resultó gravemente herida fue Mar rumí.
José como si presintiera algo malo soltó el vaso de repente y fue en ese instante cuando tocaron su puerta, era el director, José dijo: Buenas tardes que paso.
—Tienes que ser fuerte señor José, tu nieta está gravemente herida el bus donde viajaron se despisto.
Inmediatamente después de recibir la noticia, José fue al hospital en el cual se encontraba su nieta fue a verla pero no se lo permitieron el doctor le indico que necesitaba un trasplante de un corazón urgentemente, absorto por la noticia José fue a realizarse inmediatamente los análisis para saber si estaba apto para donar el órgano y los resultados fueron positivos.
Todo esto pasó muy rápido, iniciaron la cirugía la cual tuvo éxito.
Paso el tiempo y a Mar rumí le habían dado de alta, pero ella se preguntaba así misma porque mi abuelo no habrá venido a visitarme, seguro tiene una sorpresa para mí. Cuando llego a su casa toco inmediatamente la puerta, pero nadie habría fue entonces en ese momento cuando una de sus vecinas se le acerco diciéndole: Mis condolencias tu abuelo me dijo que te entregara esto. Mar rumí quedo por un momento en silencio recibiendo así el encargo de su abuelo era una carta, la llave y un cachorrito. Cuando estuvo adentro procedió a leer la carta que decía:
“Querida Mar rumí la noche en que murió tu madre me sentía al igual que tú con odio y rencor porque no hicieron nada por salvar a María, pero comprendí que nadie tenía la culpa por eso te pido desde el fondo de mi corazón que olvides todo ese odio y rencor que no te hace nada bien. Me siento muy feliz de haber sido yo quien te dio la oportunidad de vivir nuevamente para que puedas cumplir tus verdaderos sueños y propósitos también quiero que sepas que tu madre siempre estará orgullosa como yo lo estoy. TE QUIERO MUCHO”.
Mar rumí entonces comprendió lo que su abuelo había querido decirle siempre y con lágrimas en los ojos dijo: Perdóname querido abuelo voy a cumplir mis verdaderos propósitos y cuidare muy bien del cachorro por me diste la oportunidad de vivir nuevamente.
Seudónimo: Amauta