Pecado eterno


PECADO  ETERNO

Este es el relato de un joven que vivía en un pueblo donde reinaba el amor, la paz y la alegría en los hogares, Besalú se llamaba dicho pueblo, el cual se encontraba a orillas de un gran río que bañaba sus riveras y lo adornaba  un gran paraíso de flores; el nombre de nuestro personaje era Áragon, un joven alto y buen mozo, que muchas chicas deliraban al verlo, pero él no hacía caso  ya que se dedicaba de entero al estudio, pues soñaba con llegar a ser un gran profesional, un gran médico.
Se corría los rumores en esta comarca, de la existencia de un gran lobo que solía asustar y devorar a cuanto ser se le aparezca.
Pasado los años Áragon acaba sus estudios y se va a buscar trabajo a otro pueblo. En el transcurso del viaje ve a una joven que se encontraba en peligro; él asustado, se iba a escapar, porque tenía miedo al animal que estaba acechándola, en ese momento se armó de valor por la belleza de ella  y la fue a rescatar, se le ocurrió lanzar una piedra y así poder amedrentarlo, pero fue fatal su decisión ya que el enorme animal se enfureció más y lo empezó  a seguir, muy asustado se trepó a un árbol, cuando se pensaba lo peor apareció un gran felino, el cual se abalanzó contra el lobo espantándolo y poniendo a salvo al joven, mientras todo esto sucedía la joven buscó un refugio donde poder esconderse ya que ella no podía hacer nada para poder socorrerlo.
Leo bajó un poco aturdido, pensando en el enorme felino que ya había desaparecido, aún un poco miedoso corrió hacia la joven, y le dijo:
—Hermosa dama yo soy Áragon y me rindo a sus pies como un  plebeyo ante la reina más hermosa que ni en sueños había imaginado.
Ella le respondió:
—Me llamo Farah y estoy agradecida por la valentía que demostraste al ver a esa fiera tratando de hacerme daño.
Concluyendo le dio un beso en la mejilla y se fueron caminando juntos, siempre alerta por si regresaba el gran canino.
Entonces, salieron de ese lugar conversando acerca de lo ocurrido que le toco vivir por salvarla, en eso va pasando algo inesperado, va floreciendo algo entre los dos, algo que ellos no esperaban.
Él, muy curioso le pregunta,  porque ella estaba en ese lugar tan peligroso, y con voz muy silenciosa responde que se había perdido y no encontraba el camino para ir a Besalú (pueblo de Áragon), él con mucha duda le consulta para que quería ir  a ese lugar  y ella responde que ahí vive un joven que asesinó a su padre años atrás.
Nuestro valiente joven quedó estremecido al escuchar dichas palabras ya que  él era el joven que ella estaba buscando, sabía que era culpable pero no por maldad si no por un descuido ya que cuando el intentó ayudar al pobre señor que recolectaba frutas de manzanos, de pronto cayó la escalera y en eso el señor resbaló y fue una muerte instantánea. Él intento reanimarlo pero fue en vano.
Áragon muy nervioso  quiso olvidar esto y le propuso viajar a Estambul, la capital, ella aceptó con la condición de que cuando regresen puedan ir a buscar al joven y así poder cobrar venganza; en el camino Áragon da a conocer todos los sentimientos que ha producido en el, ella asombrada porque no esperaba dichas palabras le responde que sus sentimientos son correspondidos.
Él muy emocionado, por su primer amor, comienza a componerle canciones que son de agrado de Farah. Todo era alegría,  cantaba, bailaba por su amor, de pronto se tropezó y  cayó en una trampa de animales, muy profunda, Farah asustada fue a socorrerlo y al no poder ayudarlo fue a pedir ayuda de inmediato ya que Áragon corría peligro porque en la trampa había un tigre atrapado. En su desesperación no se percató que el tigre estaba muy herido y que no podía  hacerle daño, entonces se puso a pensar “si lo curo me sacará de este precipicio”, y así lo hizo, empezó a curar al animal, el tigre muy asustado apenas lo curó dio un gran salto y se escapó, dejándolo solo.
Farah, pasado media hora regresó con una liana que arrancó de un árbol; pero ella no tenía la fuerza necesaria para poder sacarlo, después de varios intentos logró salir todo herido y cansado, Farah de tanta emoción de verlo afuera de la trampa le dio un abrazo y él muy emocionado se tropieza y cae de nuevo. Entonces Farah le promete ya no darle abrazos para que no se caiga y lo vuelve a sacar.
Después de tantas travesías llegaron por fin  al lugar, Áragon empieza a buscar trabajo ya que esa fue su meta, después de tantos intentos  un señor muy regordete lo llama y le ofrece trabajo, él muy contento ingresó a la casa y tan pronto estuvo dentro zassss,  saltaron encima de él robándole todo lo que tenía. Muy asustado se dirigió donde Farah le contó todo lo sucedido.
Siguió buscando trabajo porque no quería regresar a su casa y tampoco quería que su amada se recuerde de su venganza, después de tantos malos tratos encontró uno, y así propuso matrimonio a Farah
Pasado los años tuvieron dos hermosos niños, una hermosa casa, un terreno donde cultivaban de todo y tenían muchos animales, pero Farah siempre recordaba a su padre, así que una noche le dijo a su esposo para ir y poder solucionar dicho problema, él muy triste ya no pudo decirle no y al día siguiente empezaron la  marcha.
Así se dirigieron a Besalú, y en el camino se encontraron con una niña que sollozaba ya que  no encontraba el camino para ir a Ramat, un pueblo lejano, y entonces Leo propuso acompañar  a la niña para que así no pudiera él llegar al pueblo; entonces en mutuo acuerdo decidieron no dejar sola a la niña y  así dejarla sana y salva en su hogar, en el camino no tenían nada que comer y Áragon decide buscar frutas y agua ya que se encontraban muy agotados,  en eso aparece un tigre, al observar se da cuenta que es el tigre que ayudó hace mucho tiempo, en ese momento empieza a rugir, él pensó que le iba a atacar pero al parecer le quería advertir algo.
Al salir del bosque ya no estaba Farah con sus hijos ni la niña, asustado comenzó a llamarlos pero nadie respondía, estaba preocupado, las buscó todo el día y no los encontraba,  de tanto buscar llegó a una tribu donde iban a sacrificarlos, Áagon no sabía qué hacer se recordó del tigre y lo fue a buscar, lo encontró y le habló al tigre que su familia estaba en peligro. El tigre entendió y fue a espantar a esa tribu, Áragon asombrado le agradeció mucho al tigre  y se fue donde su familia. Todos estaban asustados, se abrazaron y siguieron su camino.
Al fin llegaron a Ramat, dejaron a la niña en su casa, sus padres de la niña le agradecieron mucho e hicieron una gran cena y pasaron la noche en esa casa. Al día siguiente muy temprano emprendieron su viaje a Besalú, esperando que otra adversidad no se les presente, caminaron mucho y al fin llegaron.
Comenzaron la búsqueda y él todavía no confesaba nada, entonces después de tanta búsqueda le dice la verdad, que él era el joven que presencio la muerte de su padre, pero que él no causó su muerte, entonces Farah no creía, en sus palabras, se sintió engañada,  su propio esposo había matado a su padre y se fue sin rumbo con sus hijos, dejando sólo.
Leo no sabía qué hacer, si ir tras ella o quedarse, por el camino se le apareció el tigre y le empezó a hablar, Áragon asustado le dijo quien eres y el tigre le respondió soy Juan el padre de Farah, yo siempre los he cuidado en el camino para que no les pase nada. Áragon le preguntó que debía hacer y Juan le dice que vaya y que le diga que su padre siempre ha estado ahí, cuidándola.
Entonces Áragon fue rápidamente donde su esposa, le explicó todo lo que había sucedido, pero ella no le creía  nada, y en eso vino su padre y le dijo: “Farah hija mía te pido que perdones a tu esposo porque él no tuvo la culpa de nada, eso hija mía es lo que te pido para que vivas feliz y  también yo”.
Farah se fue llorando llevándose a sus hijos, dejó a Áragon, ya que no sabía qué hacer, estaba muy confundida por todo lo sucedido, y él se quedó muy triste sin saber qué hacer. Y muy sólo se regresó a su hogar.
Pasado un tiempo, Áragon estaba en su chacra cultivando, y en eso ve a la lejanía una mujer, y era su esposa con sus hijos, él muy contento fue a recibirlos, en eso que él iba contento no se dio cuenta y tropezó y su cabeza fue a dar al filo de una piedra, quedando muy herido.
Farah lloraba, por lo que había hecho, se arrepentía por todo lo pasado, por haber dejado que el rencor en su corazón se apodere de ella,  pero ya era muy tarde, Áragon agonizaba y lo único que le pedía es que no tenga odio en su corazón que le perdone por todo lo pasado y que cuide mucho a sus hijos, cerró sus ojos para así poder descansar en paz ya que su esposa recién lo había perdonado.
A  lo lejos como espectador se encontraba el tigre el cual se dio media vuelta y se fue.
Seudónimo: Apocalipsis