El payasito Zafir

EL PAYASITO ZAFIR

Esta es la historia de un niño llamado Zafir que deseaba hacer reír a las personas; pero no sabía cómo hacerlo. Se preguntaba a cada rato ¿Qué puedo hacer para hacer reír a las personas? Hasta que un día le preguntó a su madre y ella respondió:
—Déjate de tonterías hijo, lo que interesa es que tú seas feliz.
—Pero madre, quiero que las personas sean felices como me siento yo y por eso deseo que sonrían y se rían de mí
—Pero hijo, que se rían de ti eso jamás y ya no me molestes déjame hacer mis cosas.
—Está bien madre.
Zafir muy triste se fue y esperó al próximo día.
Era el primer día de clases y todos sus compañeros de Zafir estaban con unas ganas de burlarse de la nueva profesora que vendría; porque todos los años sabía venir una profesora viejita; pero se dieron una gran sorpresa, la profesora que les había tocado era una señorita muy simpática y muy joven.
Mientras pasaban los días los niños y Zafir se acostumbraron a la profesora y le tomaron mucho cariño; pero mientras transcurrían los días Zafir comenzó a sentir algo muy especial por la profesora y Zafir no entendía lo que le estaba sucediendo; pero se dio cuenta que siente un gran cariño por su profesora y él no sabe qué hacer así que decidió hacerla reír para que ella sea feliz.
Y al parecer lo pensado por Zafir de hacer reír a la profesora le salió como él quería y lo consiguió; pero la profesora le dijo:
—Zafir tú tienes mucha gracia para hacer reír, igual que un payasito; me encanta tu buen humor.
A Zafir le gustó lo que le había dicho la profesora y se le prendió el foquito de ser un payasito que haga reír a las personas.
 Fue a su casa muy feliz, abrazó a su madre y le dijo:
—Ya sé lo que quiero ser cuando sea grande —con mucha alegría le dijo a su mama— quiero ser un payaso, un payasito que haga reir a las personas.
La madre con mucha tristeza miró a su hijo y le dijo:
—Hijo… tú no puedes ser un payaso. No quiero que se vuelva a repetir la misma historia que tu padre.
—¿Por qué?, qué le pasó a mi padre, cuéntame —le preguntó angustiado Zafir.
La madre muy triste le cuenta que hace muchos años atrás su padre había muerto. Porque en una de sus funciones del circo él hizo una de las escenas más difíciles que se realizaba por los aires, en lo más alto de la carpa del circo y no había ninguna seguridad.
—Hasta que tu padre comenzó la función y realizó la acrobacia y en una de esas no pudo lograr agarrar una de esas cosas que lo mantenía por el aire, cayó estrepitosamente y murió, yo no pude aguantar tanta desgracia, decidí que mi hijo no sea un payaso igual que su padre.
Pero Zafir muy triste le dice a su madre:
—Madre que pena lo de mi padre, lo siento… pero nada en el mundo me detendrá, yo seré un “payaso”.
Se marchó y la madre se quedó muy triste por la decisión de su hijo. Al día siguiente Zafir mientras buscaba su ropa encontró un payasito de juguete y pensó: “Qué bonito payasito, se lo daré a mi profesora para que me recuerde siempre”.
Al día Zafir muy feliz con el payasito fue al colegio, esperó la salida y se dirigió donde la profesora y le entregó el payasito de juguete como obsequio, la profesora muy feliz lo recibió y le encantó el detalle.
Pasaron los días y la profesora se tenía que marchar a otro país y Zafir muy triste quedó; pero la profesora se despidió del él con un beso en la mejilla y Zafir sintió algo de alegría; pero no fue suficiente. Entonces la profesora le dijo:
—Sé feliz siempre y no dejes de mostrar esa linda sonrisa que tienes.
La profesora le entregó su payasito para que la recuerde siempre y entonces Zafir le hizo caso y sonrió. Se marchó la profesora y el tiempo trascurrió.
Ya Zafir con unos 25años fue a buscar trabajo a un circo, lo recibieron; pero él mintió diciendo que era domador de leones, hasta que llegó el día de su función y él no sabía qué hacer, se metió en serios problemas; pero finalmente se salvó gracias a la ayuda del verdadero domador de leones, Zafir quedó muy asustado y se arrepintió del incidente.
Lo llamaron para hablar y darle una reprimenda; pero en ese momento había una señorita del circo que sintió compasión de él y no dejó que le dieran su castigo y desde ese momento Zafir se enamoró de la joven, sintió tanto amor por ella que decidió regalarle el payasito de juguete que él lo tenía guardado por varios años. A la joven le encantó y lo guardó; pero un día la madre de Zafir le dijo:
—Cuándo me vas a presentar a tu princesa ammm…
Zafir le respondió:
—Mañana mismo.
Su madre como estaba muy enferma no podía ir a verla y decidió que la trajera, al día siguiente Zafir la llevó; pero diciéndole una mentira a la joven para que pudiese ir a ver a su madre.
Las dejó platicando, mientras iban conversando la joven se dio cuenta que Zafir le había engañado. Se marchó dejando a su madre el payasito de juguete que le había obsequiado Zafir. Marchándose muy triste porque ella también estaba sintiendo algo muy especial por él; pero no le gusto la mentira que le dijo a su madre y entonces desde ese momento Zafir no volvió a ver a la joven del circo.
Zafir muy triste recorrió las calles por varios días hasta que conoció a una muchacha de la calle que quería ser una mujer bella con mucho dinero. Zafir y la muchacha se conocieron y comenzaron a sentir amor entre los dos; pero la muchacha como era muy pobre comenzó a trabajar con Zafir en las calles para juntar dinero. Pasaron los días y juntaron una gran cantidad de dinero, Zafir le compró un vestido muy hermoso para la muchacha, que cuando se lo puso, resultó ser una bellísima y encantadora mujer.
 Siguieron trabajando hasta que se hicieron famosos y conocidos. La muchacha conoció a un joven muy rico y adinerado que le ofreció trabajo para ser una actriz famosa, ella muy alegre aceptó la propuesta; pero Zafir no quería irse y dejó que se marchara para que pudiera cumplir sus sueños.
A ella también le obsequio el payasito de juguete para que lo recordara y ella muy alegre lo recibió; pero luego se lo devolvió dándole un beso a Zafir y al payasito de juguete para que lo pudiera recordar.
Se marchó la joven y Zafir con una gran sonrisa se despidió de ella.
Pasaron los años y Zafir ya mayor de edad siendo un payaso decidió  realizar su última función invitando a sus tres amores que tenía durante toda su vida para que pudiesen ver su última función como payaso, lo realizo, lo hizo espectacular hasta que llegó su última función y, en ese momento pudo observar a sus tres amores que tuvo durante su vida. Realizó la función que había hecho su padre cuando había muerto. Se lanzó desde muy alto, todo salía bien hasta que en un momento cayó por los aires y todos se asustaron; pero resultó que cayó, rebotó y se levantó sonriendo, la gente muy alegre aplaudieron. Zafir con sus tres amores en el circo, alegres del espectáculo, rieron de felicidad.
(Carpio Cari, Piero Luis)
I.E. Pio XII - CIRCA