Eliot

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Érase una vez en un pueblo donde habitaba gente hipócrita, mala, egoísta, mentirosa, donde cada uno se preocupaba por sí mismo…
En este pueblo abundaba la maldad, la codicia, las discusiones constantes, el abuso, las peleas los llantos, los gritos….
Alrededor de este pueblo había un inmenso bosque, donde quien salía no regresaba, muchos lectores pensaran que en el bosque habitaban brujos, todo tipo de animales, o talvez monstruos , seres desconocidos o simplemente que se perdían y no encontraban el camino hacia el pueblo, pues nada de eso a lo lejos del pueblo había cosas maravillosas ¿Quién regresaría al pueblo donde todo es maldad, egoísmo, hipocresía ? los que miraban hacia otros rumbos y arriesgaban su vida por algo diferente encontraban la felicidad sobre todo ELIOT un joven que se hartó de estar rodeado de gente miserable.
Y la historia empieza así
Eliot es un joven solitario que creció en las calles no sabe nada de sus padres, es un niño de la calle que se ganaba la vida vendiendo maíz y papas que el mismo sembraba cerca al bosque, realmente esas tierras eran vírgenes pues daban buenas cosechas, que la gente nunca se atrevió a descubrir y se conformó con lo que tenía, ya saben EL QUE BUSCA ENCUENTRA...
La gente no lo respetaba por ser de la calle:
—¡NIÑO! DAME UNA BOLSA DE MAIZ.
—Buenos días señor, aquí tiene.
—¿CUANTO ES?
—Tan solo un sol señor
—¿QUÉ? ESTAS LOCO, MI VIDA CUESTA UN SOL, TE DARE 20 CENTAVOZ Y ESO DEBERIAS AGRADECERME POR PAGARTE.
—Está bien señor muchas gracias.
Eliot no entraba en discusión con las personas del pueblo porque sabía que podrían abusar de él (robarle, pegarle) no podía hacer nada ya que no tenía opción, al día ganaba un sol y eso a las justas, con lo que ganaba Eliot compraba pan lo suficiente para sustentarse durante todo el día.
Un día por la mañana terminando de sacar las papas de sus sembríos feliz y contento, cuando de pronto vio como golpeaban a un niño ambulante, no lo pensó dos veces soltando las bolsas de papas fue a defenderlo
—¡DEJENLO! ¡DEJENLO!
—Ustedes niños de la calle, que quieren vivir aquí en nuestro pueblo, no valen nada, por eso están solos que esperan para irse, no pertenecen aquí, son solitarios como el bosque, que el bosque se encargue de ustedes ¡VAYANSE! ¡VAYANSE!
Eliot no entendía nada, el porqué de la situación, ¿Por qué la gente era tan mala, tan soberbia, tan explotadora con los jóvenes que no tenían a alguien que proteste por ellos?, se dio cuenta que la gente era hipócrita se odiaban unos a otros, así que se armó de valor y decidió marcharse.
Él tenía miedo, como cualquier persona supongo, nunca había salido del pueblo, la gente siempre solía murmurar que el que salía era eslabón perdido, que se perdería que nunca regresaría, él estaba confundido pero no quería vivir con esa miserable gente, se llevó agua,   pan, maíz y papas lo suficiente para sobrevivir por algunas semanas y sin más que decir se encamino hacia un futuro que esperaba encontrar…
Se sorprendió al encontrar distintos tipos de animales, los ríos deslumbrantes, era una aventura, aunque se sentía solo, pasaron días y días y ya no tenía reservas empezó a alucinar, se dejó llevar por la oscuridad de la noche y empezó a llorar:
—¿Por qué? ¿Por qué papas, por qué me abandonaron, dónde están? Tanto tiempo solo, tengo miedo, tengo miedo  ¿Por qué? ¿Por qué? ¿DIOS MIO AYUDAME?
Lloró y gritó durante toda la noche, sin respuesta alguna, pues estaba solo, se dejó llevar por la oscuridad de la noche…
Cuando de pronto:
—¡HOLA! ¡HOLAAAAA! ¡DESPIERTA!
—¿Qué? ¿Quién eres tú?
—Mi nombre es diana vine al rio por un poco de agua y te vi, te quedaste dormido, te debió hacer frio dormiste en la humedad.
—¡Ah!, pues sí, es que no veía nada.
—Tranquilo, ven te llevare a casa.
Eliot estaba zopenco y agotado así que la siguió, diana lo llevo hasta los límites del bosque a un hermoso prado con un riachuelo deslumbrante, el sol parecía brillar, los arboles cantar, el pasto vibrar, las flores saludar, era realmente hermoso.
—Eliot más allá hay un pueblo, muy lindo donde puedes quedarte a vivir, la gente es amable y puedes ir al bosque con normalidad porque no hay peligro, desde aquí podrás reconocer el pueblo, no correrás peligro alguno, o también puedo llevarte con tus padres, ¿qué es lo que deseas?
Eliot estaba agotado, solo quería dormir, sin más preguntas que hacer le dijo:
—Quiero conocer a mis padres
Diana agarro la mano de Eliot y abrió la puerta de una cabaña y salió una deslumbrante y parpadeante luz brillosa.
Lamentablemente Eliot estaba alucinando, diana era el alma de su hermana que pudo escucharlo llorar, y fue hacia el a darle dos opciones de vivir o irse con ella. Diana lo llevo al paraíso donde se fue con su familia que lo esperaba ansiosamente.

Seudónimo: Gretel