La locura de no tenerte

[Volver al índice de obras]

Solo miro en el reflejo la agonía…
Miro un ser que muere y sufre
solo miro tristeza al no tenerte 
la alegría de su juventud se esfumo.

¿Por qué? Por qué el destino es cruel 
es tirano, y no deja que te abrase 
el destino es un cobarde que se esconde
pero, ya me canse ya no lo soporto.

Las penumbras me acompañan
quiero hablarte… pero lo idealizo 
veo una utopía que yace en mi memoria
como si fuese real Como si lo soñado fuese real.

¡Ya! Maldita sea déjenme ser feliz 
por qué no me dejan ser feliz 
que he hecho para merecer tal agonía
que he hecho para que me separen del alma mía…

Ya nos les basta, no les sobra
el pobre ángel… ha caído 
no queda fuerza alguna para luchar 
no les basta verme revolcar en el dolor.

Pero qué esperas… ¡ven! Y búscame 
qué esperas ya te rogué, ¡ven! y búscame 
le pedí a él, que me reconocieras que me abrazaras
me canse de idealizar… me canse de esperar.

Las penumbras acompañan  mi alma 
la niebla me abrazan y la agonía 
ella me mata, ya perdí la cordura
ahora solo imagino tratos entre tú y yo.

Pero te juro por dios que ¡no te libraras!
¡No te permito, no permito que me olvides!
Solo dejaras este podrido mundo, con mi perdón 
por qué no tienes el derecho de dejarme.

Seré egoísta ¡sí! Pero eres mío y te reclamo 
tal como le pedí  a la luna… ahora te lo pido 
lucha por nosotros deja esa espesa penumbra
regresa a mí ¡regresa! y lucha por mi 

Me muero por besarte sentir lo que los demás 
pero sentirme dichosa de cumplir 
de terminar mis sueños sin nadie interrumpiendo 
lo digo ahora y lo sentencio…


Dejarás este mundo conmigo dentro tuyo 
dejarás el infierno en el que andas 
conmigo clavada en tu pecho como estaca
dejaras este mundo… solamente siendo mío.

La cordura fracaso el tiempo perdió la razón 
ya no queda letra no dicha y palabra no escrita
ya no queda más que mi simple agonía 
ya no queda nada que me ate a tu triste despedida.

Como he podido dejar que me marques
como he podido dejar que tu alma cale en mi ser 
como pude dejarme llevar y bajar la guardia 
como pude rendirme ante tu maldito amor.

No se me permite verte en la claridad 
solo se me permite conversar en la clandestinidad
solo puedo verte en la oscuridad, ¿porque? 
porque este es mi destino, perderte es mi destino.

Porque permití que entraras y te adueñaras 
de algo que no te pertenecía, ¡ladrón! 
devuélveme lo que me has robado 
devuelve me lo único que he protegido por años.

Una imagen una idealización  bastaron
para que te tuviera en un pedestal 
basto solo una palabra para que mis barreras 
vinieran abajo cual templo sagrado.

Te invoque cuando más te necesitaba 
te llame pidiendo misericordia 
te pedí que no me abandonaras 
te pedí bajo la lluvia que no me desahuciaras.

Perdí cuenta del tiempo que invertí hablándote
perdí cuenta del amor que despilfarraba
por un ser  insignificante como tú, perdí todo
que más doy, si di incluso la razón de la cual me jactaba.

Renunciare a mis derechos de tu  amor
renunciare y dejare todo para que seas feliz 
te dejare ser libre ya no sufrirás, ¿qué fácil verdad?
desacerté de tantos años con unas simples palabras.

Creo que  la única que sufrió, ¡fui yo! 
la que se lamentó, ¡fui yo! 
la que cayó en un círculo vicioso, ¡fui yo!
la única responsable del daño en mí, ¡fui yo! 

¡Espérame! Eso es lo que pido que me esperes
el mundo sabrá que eres solo mío 
Que nadie más ose usurpar mi lugar 
que nadie ose siquiera pretender ser yo 
intenté que este amor progresara, ¡lo hice! 
perdí la cuenta del amor que te tuve 
perdí la cuenta de las veces que lloré
aun sabiendo que no eras mío.

Pero al verte partir amor, solo puedo sentir
rabia, cólera porque no luchaste por los dos 
solo te fuiste y me dejaste en la locura 
se acabó… sabía que me harías daño.

Dicen que no supe amar, que no te valoré
dicen que solo fingía amarte con locura
dicen muchas cosas, pero no importa
tú eres consciente del amor que te tuve.

Ya no queda nada más que decir
solo queda saber que es feliz mi ángel
eres feliz allá arriba porque aquí abajo
me culpan, me enjuician y no me defiendo.

Dime que vale la penan callarme 
dime que vale la pena cada batalla 
dime que regresar por ti valió la pena 
vamos  mi ángel se feliz ya no agonices.

Ya no siento nada ya no quiero nada
ya lo di todo ¿!vez?¡, somos dos cobardes 
huyamos juntos, vámonos lejos 
pero espera por mí ya no queda mucho tiempo.

Dicen que los pagarés ya casi saldan 
que ya no le queda espacio para otra alma 
que derivan a otros para allá 
que no queda cupo para un suicida.

No importa cuando tiempo pase, siempre 
te querré con la misma intensidad
no habrá día que me atormente 
no habrá pena que me localice.

No había amado antes, no de esta manera
no tan desesperadamente, yo no había amado 
sin conocer a la persona, sin siquiera tenerla cerca 
pero lo hice a ti te amé a la distancia a ti de idealice.

Me costó tomar el rumbo de cada agonía me tomo tiempo 
acostumbrarme a la sola idea de pasar tiempo contigo 
me asome en un abismo del que 
estaba más que dispuesta a caer por ti.

Di vuelta y sin sonido cual sordo decidí seguirte 
cual ciego falle en el intento de reconocerte 
pero no falle en escogerte creo que te encontré
ni la muerte puede separar dos almas destinadas.

¡Dispara! qué esperas ¡dispara ya!  Acaba este lamento
dios mío, ¡dispara! en tus manos está el arma
nunca vino, nunca llego, lo espere y rogué 
porque venga, pero no lo hizo.

No lo busque, ni el me encontró ¡Dispara! 
y disipado este momento ¡dispara! 
en la oscuridad nadie es culpable 
nadie ve y nadie sabe.

Como yo, no se quien fue o a quien esperaba 
¡Dispara! que la luz quiero ver, necesito verlo
ya me canse de las tinieblas, te ruego me dejes verlo
ya me canse de no tenerlo enciende la luz, ¡por favor! 

Gracias ya la tarde caía, ya no lloraba 
no veía lo que escribía, ya no lloraba
ya nació la luz y por fin puedo verlo 
tranquilo aquí soy feliz porque te amé.

Seudónimo: Lía Carpio