Unos pequeños pasos para salir adelante


UNOS PEQUEÑOS PASOS PARA SALIR ADELANTE

Eran las 5.30 de la mañana cuando Ricardo, Mary y su hijo Víctor alistaban sus maletas para ir de viaje a Miami porque ya estaban comenzando las vacaciones. Salieron de su casa todos emocionados ya que esperaban con ansias la llegada de ese día. Pararon un taxi y se dirigieron al aeropuerto donde tenían que esperar unos cuantos minutos para que ingresaran al avión. Ya dentro del avión esperaron que todas las personas se acomoden en sus asientos para que el avión despegara, Víctor estaba muy feliz ya que era su primer viaje en avión con sus padres. Se sentaron por la parte de adelante ya que por ahí había una ventana mucho más grande que las otras, el avión ya estaba despegando y Víctor cantaba una de sus canciones favoritas, ya que a él tenía un poco de miedo a las alturas y cantaba para que se despreocupara y no tenga miedo; pero no fue mucho después que el avión perdiera el control y se malograra haciendo que este explotara y todos cayeran al mar incluyendo a Víctor.
Mary y Ricardo cayeron en la parte más profunda del mar pero los salvavidas no tardaron en venir y se los llevaron a un lugar seguro, mientras que Víctor cayó en la orilla de una pequeña isla donde había muchas cosas que él aún no conocía.
Víctor se levantó de la caída y empezó a gritar.
—Mamaaaaaaa, papaaaaaaaa —pero se dio cuenta que no había ninguna persona además de los animales que habían ahí.
Víctor comenzó a llorar desesperado porque se sentía solo y no sabía que hacer ya que el solo tenía diez años.
Ya estaba atardeciendo y el seguía con las lágrimas en los ojos pero entonces se puso de pie y se adentró al fondo de la isla, y encontró un pequeño lugar en donde estaba desocupado y él podría pasar la noche, entonces trajo unas hojas de árboles y unas cuantas ramas con las que hizo una pequeña fogata para calentarse y se recostó entre las hojas, él estaba temblado de frio y de las cosas que había pasado mientras las lágrimas aún le salían de los ojos hasta que se quedó dormido.
Al día siguiente él se levantó con mucha hambre por lo que decidió buscar algo para comer, y encontró en un pequeño lugar de la isla donde muchos animales se alimentaban, entonces el entró a ese pequeño lugar, pero a los animales no parecía importarles su presencia y lo acogieron como si fuera un pequeño invitado .Víctor empezó a arrancar fruta de los árboles hasta tener lo suficiente. Al terminar de comer la fruta, se puso a buscar algún refugio ya que hacía mucho frío al llegar la noche. Entonces cogió unas ramas de árboles y con ellas hizo una pequeña “casa”, claro que no estaba tan perfecta pero tenía donde pasar la noche.
Víctor decidió ir a caminar por la isla hasta que atardeciera, entonces vio como unas cajas llegaron a la orilla de la isla y decidió ir a ver que había en su interior, al abrirlas encontró una gran variedad de botellas de agua y comida enlatada, Víctor las guardó para cuando tenga hambre, seguía explorando la isla y se encontró con un pequeño tigre que al parecer lo habían dejado en la isla, el tigre aún era pequeño por lo que Víctor decidido cuidarlo.
Terminaron de comer dos de las latas, una para Víctor y otra para el tigre hasta que anocheció y se quedaron dormidos.
A la mañana siguiente Víctor y su pequeño tigre, a quien llamó Mayer, salieron a buscar algunas ramas de árboles para hacer una pequeña fogata, pero mientras buscaban las ramas se toparon con unos hombres que iban a investigar un poco más de esa isla donde estaban ya que no era tan conocida, entonces Víctor entró al barco de los hombres que habían ido a la isla y se escondió en un pequeño cuarto donde habían puros cachivaches.
Los hombres no tardaron mucho en regresar al barco y este empezó a avanzar. Llegaron al anochecer a Mollendo; pero Víctor no podía bajar ya que había mucha gente y no podía sacar a Mayer porque se armaría un escándalo y posiblemente los separarían pero como o él no quería eso lo escondió en un pequeño maletín medio roto que estaba tirado por ese lugar. Los hombres bajaron y él salió corriendo por detrás de ellos, los hombres le gritaron
—¿Niño que estabas haciendo en el barco?.
Víctor no contestó la pregunta y no paró de correr hasta llegar a un pequeño valle que estaba por ese lugar y entró a una pequeña casa que no había nada y se quedó ahí.
Saco al tigre del bolsón y se quedaron dormidos, pero en ese lugar siempre pasaba un vigilante a ver si había algo pero Víctor se dio cuenta y se quedó callado y un poco asustado ya que no quería separarse del único amigo que tenía; pero mientras el guardián buscaba por las chacras, Víctor empezó a cavar con una pala en el piso haciendo un gran agujero y se escondió allí, encima pusieron un saco blanco que había encontrado en el piso y el vigilante abrió la puerta y vio que no había nada y la cerró.
Al día siguiente Víctor decidió cavar como una especie de túnel e hizo su propia vivienda debajo de la tierra para así ocultar a su tigre y para que no sean descubiertos.
Víctor salió afuera a buscar algo que comer pero como él no tenía dinero decidió volver a las chacras a ver si había algún fruto para comer. Víctor encontró un árbol de plátanos y decidió tomarlos pero un anciano lo vio y le dijo que bajara del árbol pero Víctor sacó el plátano y luego bajó. El anciano le preguntó de dónde venía y dónde estaban sus padres; pero Víctor le contestó que no sabía nada ya que él solo cayó a la isla y no sabía en donde estaban sus padres y empezó a llorar por que Víctor ya los tomaba por muertos.
El anciano le dijo que podía ir a visitarlo cuando quiera ya que vivía solo y quería un poco más de compañía. Víctor lo iba a visitar todos los días.
Un día Víctor paseaba por los valles y encontró en las paredes que se buscaba a un niño llamado Víctor y había un señor que lloraba mientras pegaba las imágenes y Víctor se acercó y le dijo:
—¿Papá?
El papá de Víctor voltea y le da un fuerte abrazo y se lo lleva a la casa que tenían por allí cerca y le dice a Víctor que al día siguiente se iban a ir a Arequipa pero Víctor no quería dejar a Mayer ni al anciano que los estaba cuidando y Víctor gritó:
—Nooooooo.
Y el papá de Víctor dijo:
—¿Qué pasa?
Víctor salió corriendo.
Al día siguiente Víctor trajo al anciano y a su tigre y le dijo vámonos y se fueron hasta Arequipa. El papá de Víctor no sabía qué pasaba y Víctor dijo que Mayer era su mascota y el anciano era su abuelo así que tenían derecho a quedarse y la mamá de Víctor dijo que el tigre no podía quedarse con ellos; pero el anciano dijo que se llevaría el tigre a Mollendo y que Víctor podría visitarlo cuando quisiera pero Víctor no dejaba de decir que no podían irse porque era su único amigo. Al final se calmó y aceptó que se lo llevara y cada fin de semana iba a visitar al tigre y al anciano.

Seudónimo: Ángela