No fue casualidad fue un propósito conocernos


NO FUE CASUALIDAD FUE UN PROPÓSITO CONOCERNOS

Cuando experimenté que era la decepción, enterarse de la cruel realidad de tus padres, el dolor por dejar a tu mejor amiga, sentir que no encajas en un grupo social por tu aspecto físico, pensar que la depresión y la soledad son tus acompañantes y que poco a poco se convertirían en tus mejores amigas, todo eso lo  he sentido y vivido tendría que decir  que todo eso lo viví en carne propia, pero eso sería muy dramático así que no lo diré, cuando sentí por primera vez la decepción fue a los 4 o 5 años, vi cómo la gente era tan egoísta que solo pensaba en su bienestar y nada más, también viví y sentí como es que la gente que más quería y respetaba se iba decepcionando poco a poco de mí, llegué al punto de pensar que porque tendría que preocuparme de eso, si la gente a diario comete errores y yo no iba hacer la excepción. Luego que experimenté la decepción  delante de eso se encontraba esa cruel y cruda realidad de tus padres era muy raro porque siempre los veía como personas que jamás me iban a fallar, mi mundo de la familia feliz había culminado por completo, sabía  con exactitud cuál era la diferencia de un hogar casa y familia, en algunas ocasiones sentí amor pero eso se destruía cuando comenzaban los gritos los e insultos… Tiempo después llegué a sentir que no encajaba en un grupo social eso sí que dolía, pasar por la rara de tu clase, como olvidarlo, pero llegué a superarlo eso me hizo fuerte, no tanto como una piedra, luego de ser fuerte vino también ese dolor de dejar a tu mejor amiga pensar que es más feliz sin ti, dejar de acostumbrarse a sus abrazos a sus golpes, llorar toda la noche por esa amistad que se volvería en un lindo recuerdo, sentir ese dolor de no poder cerrar los ojos por haber llorado tanto. 
Al día siguiente verla en el colegio feliz como si nunca hubiera sido algo tuyo, algo así se siente después de haber dejado a tu mejor amiga, al juntar todas esas emociones encontradas se volvían en una fuerte depresión, era casi como una daga que atravesaba tu corazón y que se quedó ahí por un buen tiempo y cada vez que recordabas esos momentos la daga se iba atravesando cada vez mas ¿Acaso llegaría a matarme? Junto a eso venía mi otra compañera que era la soledad, esta compañera no tenía tema de conversación ni siquiera hablaba, pero… ¿Qué podía hacer era eso o quedarme sin compañeras? Una vez descrito cada hecho de mi vida me preguntaba la mayoría de veces ¿Quién  me sostuvo tanto tiempo? ¿Quién me aguantó tanto tiempo? ¿Acaso mi soporte esta tan cerca de mí?  Daría todo por descubrir ¿Quién es ese ser que me  amó tanto  aun con mis errores? ¿Quién es? Cada instante me hacia la misma pregunta  ¿Acaso moriría sin saber quién es? Una tarde llegué caminando a mi casa  miré al cielo y estaba nublado, me alegré tanto que sentí que todas mis tristezas se habían  ido, al ya haber llegado a mi casa salí rápidamente al patio  y empezó a llover, era tan inesperado que no creía lo que estaba  sucediendo, en Arequipa  era muy extraño que lloviera por estas temporadas,  pero no me detuve, empecé a bailar por todo el patio, de repente sentí una sensación en mi cuerpo que jamás había sentido, empecé a desvanecerme, al estar en el suelo vi un sombra y lentamente mis ojos se cerraron, después de un rato vi a mis padres a mi lado  y mirándome con ojos de preocupación ¿Eso era raro? pues era la primera vez que me encontraban tirada en el piso y sin motivo alguno, rápidamente me levanté y fui al patio, vi el suelo y no había ni un solo rastro de que había llovido ¿Qué?  No encontraba ni una sola respuesta lógica de lo  que me había pasado, así que fui donde mis padres y les comenté  lo que me había pasado, ellos me miraron con un rostro de extrañeza yo no sabía ¿Por qué el de su extrañeza? así que empezaron a tocar mi rostro y luego agarraron mis manos y me dijeron: Hija estas imaginando cosas, de seguro es el estrés escolar,  tranquila, te dejaremos  faltar al colegio el día de mañana para que pienses bien las cosas,  ahora duerme que mañana será un gran día. Para mis padres era muy fácil decirlo ya que ellos no habían sentido esa  sensación de no saber siquiera si fue una fantasía, tu imaginación, no lo sé… al quedarme un buen tiempo parada y pensando solo eso, me entró un sopor y me acosté en mi cama, al día siguiente mis padres me dejaron el desayuno ya hecho con una nota: TE QUEREMOS HIJA DESCANSA, me pareció tan raro así que pensé que lo mejor era desmayarme un vez por semana a ver si se preocupaban realmente por mí, me senté y empecé a desayunar, al acabar y sentirme ya saciada  por todo lo que había comido decidí limpiar la casa ya que no estaba muy ordenada, ya eran las 4:00 de la tarde, la misma hora del día de ayer salí al patio y el cielo se llenó de nubes grises  y me encantó, un minuto después una gota rozo por mi rostro me preguntaba que era, levanté mi rostro y empezaron a  caer muchas gotas, fue  estupendo, no quería quedarme con las ganas de comprobar a mis padres de lo sucedido, así que traje mi cámara y empecé a grabarlo, al haber grabado lo suficiente me alegré, dejé la cámara por un momento y otra vez empecé a bailar, como era de esperar comencé a desvanecerme de la misma manera en cómo me desvanecí el día anterior  y percibí una sombra que se acercaba a mí y me dijo:  NO TEMAS, al escuchar eso mis ojos solo se cerraron. Después de una hora  me levanté con mucha extrañeza busqué por cada lugar del patio esa sombra y  note algo extraño, el piso no estaba mojado, el cielo se veía más limpio que nunca no había rastro de una sola nube gris me pareció tan extraño que no me detuve a ver mi cámara, ¡SORPRESA! No había grabado nada, entré a mi casa triste, al  rato llegaron mis padres con una sonrisa en el rostro me preguntaron cómo es que me sentía, en ese momento me sentí la chica más rara del mundo, con los papas más raros del mundo, después que  me preguntaron de mi estado de ánimo les di un abrazo a cada uno y me fui a  dormir,  vi a mis viejas compañeras de cuarto a soledad y depresión las veía alejadas de mí y me gustó, ya no eran tan manipuladoras conmigo solo me miraban con esos ojos de TE PERDIMOS,  me sentí rara pero no le di importancia. Al  anochecer  y cuando todos en casa estaban dormidos fui a la cocina a servirme un poco de agua, vi otra vez a la sombra me acerque más y vi su rostro, era tan  hermoso, no había visto en mi vida un joven tan apuesto, al verlo me empecé a desvanecer pero esta vez no caí al suelo, él me agarró antes de caer y me llevó hasta mi recamara, me dio un beso en la mejilla y me dijo: DUERME PRINCESA, mañana será un gran día, después de ese día ya nada fue lo mismo, mi vida cambio. Mis padres me trataban bien, había vuelto con mi amiga, me aceptaron en un grupo social no por mi cualidades de chica bonita sino por lo que era  al acabar el mes,  no volví a ver a ese ser extraño, desapareció sin motivo alguno,  traté de buscarlo, pero nada, había pasado todo un mes con su compañía, era ese ser que me acompañaba en los momentos  de alegría y llanto, me acostumbré tanto a él, pero  mi vida tenía que continuar, así que  continué. Una tarde cuando no puede más me desvanecí hasta caer  en el suelo, al despertar él estaba ahí, fue lo mejor que me pudo pasar,  me dijo que jamás me olvidaría que él estaría siempre con migo  y le creí, y con una promesa se fue. Hasta el día de hoy sé que me cuida desde el lugar donde está, no fue casualidad fue un propósito conocernos.

Seudónimo: Queendimples