Un día de estos de Gabriel García Márquez

TALLER: LECTURA A VIVA VOZ  (Texto sugerido)

1. TÍTULO: “Un día de estos”

2. AUTOR: Gabriel García Márquez

3. GÉNERO: Narrativo (Cuento)

4. FORMA DE COMPOSICIÓN: Prosa

5. RECOMENDADO: Desde 5to de primaria-Secundaria

A. Texto para el DOCENTE               [-- DESCARGAR --]
B. Texto para el ESTUDIANTE         [-- DESCARGAR --]
C. Presentación de diapositivas      [-- DESCARGAR --]
D. Fondo musical recomendado      [-- DESCARGAR --]
E. Sesión de clases                         [-- DESCARGAR --]


“UN DÍA DE ESTOS”

El lunes amaneció tibio y sin lluvia. Don Aurelio Escovar, dentista sin título y buen madrugador, abrió su gabinete a las seis. Sacó de la vidriera una dentadura postiza montada aún en el molde de yeso y puso sobre la mesa un puñado de instrumentos que ordenó de mayor a menor, como en una exposición. Llevaba una camisa a rayas, sin cuello, cerrada arriba con un botón dorado, y los pantalones sostenidos con cargadores elásticos. Era rígido, enjuto, con una mirada que raras veces correspondía a la situación, como la mirada de los sordos.

Cuando tuvo las cosas dispuestas sobre la mesa rodó la fresa hacia el sillón de resortes y se sentó a pulir la dentadura postiza. Parecía no pensar en lo que hacía, pero trabajaba con obstinación, pedaleando en la fresa incluso cuando no se servía de ella.

Después de las ocho hizo una pausa para mirar el cielo por la ventana y vio dos gallinazos pensativos que se secaban al sol en el caballete de la casa vecina. Siguió trabajando con la idea de que antes del almuerzo volvería a llover. La voz destemplada de su hijo de once años lo sacó de su abstracción.

—Papá.
—Qué.
—Dice el alcalde que si le sacas una muela.

—Dile que no estoy aquí.

Estaba puliendo un diente de oro. Lo retiró a la distancia del brazo y lo examinó con los ojos a medio cerrar. En la salita de espera volvió a gritar su hijo.
—Dice que sí estás porque te está oyendo.

El dentista siguió examinando el diente. Sólo cuando lo puso en la mesa con los trabajos terminados, dijo:
—Mejor.

Volvió a operar la fresa. De una cajita de cartón donde guardaba las cosas por hacer, sacó un puente de varias piezas y empezó a pulir el oro.

—Papá.

—Qué.
Aún no había cambiado de expresión.
—Dice que si no le sacas la muela te pega un tiro.

Sin apresurarse, con un movimiento extremadamente tranquilo, dejó de pedalear en la fresa, la retiró del sillón y abrió por completo la gaveta inferior de la mesa. Allí estaba el revólver.
—Bueno —dijo—. Dile que venga a pegármelo.

Hizo girar el sillón hasta quedar de frente a la puerta, la mano apoyada en el borde de la gaveta. El alcalde apareció en el umbral. Se había afeitado la mejilla izquierda, pero en la otra, hinchada y dolorida, tenía una barba de cinco días. El dentista vio en sus ojos marchitos muchas noches de desesperación. Cerró la gaveta con la punta de los dedos y dijo suavemente:

—Siéntese.
—Buenos días —dijo el alcalde.
—Buenos —dijo el dentista.

Mientras hervían los instrumentos, el alcalde apoyó el cráneo en el cabezal de la silla y se sintió mejor. Respiraba un olor glacial. Era un gabinete pobre: una vieja silla de madera, la fresa de pedal, y una vidriera con pomos de loza. Frente a la silla, una ventana con un cancel de tela hasta la altura de un hombre. Cuando sintió que el dentista se acercaba, el alcalde afirmó los talones y abrió la boca.

Don Aurelio Escovar le movió la cara hacia la luz. Después de observar la muela dañada, ajustó la mandíbula con una cautelosa presión de los dedos.

—Tiene que ser sin anestesia —dijo.
—¿Por qué?
—Porque tiene un absceso.
El alcalde lo miró en los ojos.

—Está bien —dijo, y trató de sonreír. El dentista no le correspondió. Llevó a la mesa de trabajo la cacerola con los instrumentos hervidos y los sacó del agua con unas pinzas frías, todavía sin apresurarse. Después rodó la escupidera con la punta del zapato y fue a lavarse las manos en el aguamanil. Hizo todo sin mirar al alcalde. Pero el alcalde no lo perdió de vista… (Se detiene la lectura oral)

 TALLER
1. Ahora que has escuchado ya gran parte del cuento “UN DÍA DE ESTOS”, ¿cómo crees que acaba el cuento? Entonces escribe su final:

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(AHORA VOLVEMOS A LA HISTORIA Y ESCUCHA EL FINAL DEL CUENTO)

 2. Vocabulario: Una vez concluida la lectura es recomendable precisar algunos términos que presentan un significado dudoso:

– Enjuto: Demacrado, flaco.
–  Caballete: Parte más elevada de un tejado que lo divide en dos vertientes.
–  Gaveta: Cajón corredizo que hay en algunos muebles, como los escritorios: en la gaveta se guardan objetos y papeles que se quieren tener al alcance.
–  Absceso: Acumulación de pus en el interior de un tejido orgánico, formando una cavidad anormal.
– Cordal: Se aplica a la muela que nace en cada uno de los extremos de las encías en la edad adulta: la muela cordal también se llama “’muela del juicio”.
–   Displicente: Descontento, desabrido o de mal humor.

 3. RESPONDE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS. DIÁLOGO ABIERTO: Intercambio de opiniones.

– “—Dice el alcalde que si le sacas una muela. —Dile que no estoy aquí.”
    ¿Qué opinas sobre la respuesta que le da el dentista a su hijo?
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– ¿Por qué el dentista le dijo al Alcalde que no usaría anestesia para sacar su muela?
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– Qué deducciones podemos sacar del siguiente fragmento:

“—Me pasa la cuenta —dijo.
—¿A usted o al municipio?
El alcalde no lo miró. Cerró la puerta, y dijo, a través de la red metálica.
—Es la misma vaina.”
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–  Aurelio Escovar, era el nombre del…
a. Alcalde
b. Dentista
c. Hijo
d. No pertenece al cuento.

–  ¿El Alcalde durante cuánto tiempo estuvo soportando el dolor de muela?
a. 3 días
b. 4 días
c. 5 días
d. 6 días

(“Un día de estos”, incluido en el volumen “Los funerales de la mamá grande”-1962)